Por un lado, el ‘cara a cara’ entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ,y el líder del Partido Popular, Pablo Casado, volverá a abordar la crisis con Marruecos con su tradicional cruce de declaraciones.

Este miércoles, apenas veinticuatro horas después de que miles de marroquíes cruzasen a la vez la frontera de Ceuta ante la pasividad de la Policía de Marruecos, Sánchez y Casado protagonizaron un duro enfrentamiento que evidenció la falta de acuerdo entre ambos pese a que el martes escenificaron unidad con el cruce de llamadas y de apoyo al Ejecutivo ante el “desafío” de Marruecos.

En el Pleno, Casado afirmó que la acción de Marruecos derivó de los “errores” del Ejecutivo en política exterior, por la presencia del Unidas Podemos en la coalición de Gobierno y denunció, incluso, “sin acritud”, que Sánchez “ha demostrado que le queda grande el Gobierno” porque “no ha sabido gestionar” ni la pandemia ni la actual crisis con Marruecos.

“INTERESES” DE ESPAÑA

Por su parte, el presidente pidió al líder del PP que se “definiese” del “lado” que estaba porque, “España está sufriendo un desafío de un tercer país, que es Marruecos, y queremos saber de qué lado está la oposición”.

El cruce de declaraciones entre Gobierno y PP fue a más durante el resto de la semana. Y el líder del PP preguntará a Sánchez esta semana si “está el Gobierno defendiendo los intereses de nuestro país”.

Sobre esta cuestión también deberá explicarse el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en concreto sobre las medidas adoptadas para garantizar la seguridad de la frontera en Ceuta y Melilla.

También se le preguntará a Marlaska por si “se respetan los derechos humanos en la frontera”, por parte del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, después de que el ministro del Interior asegurase que el regreso de las personas que cruzaron la frontera “no ha habido devoluciones en caliente, sino rechazos en la frontera", mismo argumento que empleaba el PP en crisis anteriores cuando gobernaba.

“MODERNIZAR” EL MERCADO LABORAL

Por otra parte, los planes del Gobierno para el resto de la legislatura, y entre ellos la reforma laboral, serán el otro tema por el que principal rendirán cuentas al Ejecutivo los grupos parlamentarios.

Los socios vascos del Gobierno, PNV y EH Bildu, preguntarán a Sánchez por su “plan” y su “agenda de izquierdas y progresista”, respectivamente, para los años que restan de legislatura.

En el trasfondo de las medidas está la reforma laboral y las distintas posiciones defendidas la semana pasada por parte de dos vicepresidentas y el propio presidente.

En la sesión pasada, la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quiso dejar clara su posición y afirmó que “vamos a modernizar el mercado de trabajo, pero también vamos a derogar la reforma laboral del PP”, ante la mirada de la vicepresidenta segunda y titular de Economía, Nadia Calviño.

Horas después, y acompañado de Calviño, el presidente Sánchez afirmó que “por supuesto que hay que derogar cosas que hizo el PP cuando estaba en el Gobierno, pero hay otras muchas cosas que tenemos que actualizar” y “tenemos que modernizar nuestro mercado de trabajo”.

Así las cosas, Calviño responderá al PP sobre cómo va “a cumplir con sus compromisos económicos con Bruselas”, entre los que están los cambios en el mercado laboral; y Díaz sobre si “va a derogar la reforma laboral”.

Fuentes del Ejecutivo sostuvieron esta semana que, pese a que las palabras inducen a posiciones diferentes, en el Ejecutivo de coalición se trabaja “en equipo y están unidos” y que, Díaz habló claro diciendo “derogar” sólo para dejar claro el mensaje de que habrá reforma del mercado laboral, apostando por la elaboración de un nuevo Estatuto de los Trabajadores para el siglo XXI “como prometimos”, en palabras del presidente en el congreso de UGT.