La medida pretende ahorrar 776,9 millones de euros al año después de que la BBC haya visto recortado un 20% su presupuesto por la congelación de la subvención pública.

No se cerrará ninguna de las principales cadenas (solo uno de los canales de HD), pero sí aumentarán las repeticiones de programas y los recortes de contrataciones. También está previsto el traslado de un millar de trabajadores de Londres a la sede de Salford.

En la división de radio, habrá un mayor intercambio de contenido entre las emisoras regionales, y los oyentes también notarán menos espacios de comedia y conciertos.

Mientras Thompson asegura que los despidos de 2.000 trabajadores son inevitables y fruto de una decisión madurada durante nueve meses, los sindicatos de la BBC han rechazado la medida y han dicho que la calidad de las emisiones de la corporación se verá mermada.