Con ello, España podría verse en aprendizaje y calidad educativa por países como Portugal, Hungría o Letonia. Además, el estudio apunta a que, dentro de tres décadas, España tendrá casi un millón de estudiantes menos de entre 3 y 24 años.

El estudio, según el resumen ejecutivo facilitado por el Gobierno, ha sido realizado por profesionales independientes durante los últimos meses. En sus páginas reconoce avances en el sistema educativo en las últimas décadas, pero también que aún presenta un rendimiento menor que el de la mayoría de países del entorno, algo que se aprecia en las elevadas tasas de repetición y abandono escolar y en los resultados de aprendizaje, todavía inferiores a los de la media de la UE-27 y la OCDE.

“Sin reformas de calado, estas carencias seguirán lastrando la prosperidad del país y la vida de nuestra población”, dice el texto, que recoge que “para evitar este escenario, España deberá llevar a cabo reformas profundas en su sistema educativo, aprovechando las ventajas que ofrecerán tanto la digitalización como el cambio demográfico”.

“Tendremos que transformar la carrera docente, modernizar el currículum, ampliar la autonomía de nuestros centros educativos, crear un sistema de evaluación eficaz, reforzar los mecanismos de apoyo a los colectivos más desfavorecidos, y potenciar la educación de 0 a 3 años”, cuestiones que se plantea también la recién aprobada reforma educativa.

El documento presentado por Sánchez en el Museo Reina Sofía también aborda el “desafío” de la formación y recualificación de los trabajadores. En las últimas cuatro décadas, España ha incrementado enormemente su proporción de habitantes con un título terciario (universidad o FP superior) hasta converger con los países de la UE-8. "Sin embargo, sigue teniendo una proporción de personas sin formación “profesionalizante” (ESO o inferior) excesivamente elevada (el 48% de la población activa), algo que está condicionando la productividad, el empleo, y el bienestar de todo el país", dice el estudio, algo a lo que también aspira a solucionar la reforma de la Formación Profesional impulsada por la ministra Isabel Celaá.