En su discurso tras ser reelegido secretario general del sindicato en el 43 Congreso Confederal celebrado en Valencia, Álvarez aseguró que ahora “va a ser mucho más difícil” que la CEOE entre a negociar “porque lo tiene todo”.

Así, insistió en que “queremos la derogación de las reformas laborales”, pero que, si no llegan a acuerdos con la patronal, “también hay que reformarla”, aunque precisó que “no se trata de derogar” porque en algunos casos se puede sustituir por la norma anterior “y en otros casos por una mejorada”.

Álvarez aseguró que “no ve grandes contradicciones” al respecto en las intervenciones que ha tenido esta semana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en el mismo Congreso de UGT. Sánchez se comprometió a "revisar a fondo el mercado laboral de España", actualizándolo y reconociendo nuevos derechos, mientras que la titular de Trabajo dijo taxativa que se derogará la reforma laboral del PP.
El líder ugetista repitió que este es el “mejor Gobierno que podemos tener los trabajadores” y que, por eso, va a insistir “una y cien veces” que queremos la derogación de las reformas laborales y que ambas cosas “son compatibles”.

Con respecto al salario mínimo interprofesional (SMI), interpeló directamente a la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, presente en el acto, para que lo suba en este año.

Recordó que “si no arrancamos este año” va ser difícil alcanzar el objetivo de que el SMI llegue a 1.200 euros en 2023, es decir, el compromiso del 60% del salario medio. Además, insistió en que solo España dentro de la Unión Europea no lo ha subido y que “no hay razón para no hacerlo”.

“Cuando el trabajador cobra el SMI, si aumentan su renta lo va a gastar. Ese dinero entra en la rueda. Si va a los bancos sabemos que es para subir los sueldos de los directivos”, precisó.

También le dijo a Montero que “alguien debería decir al Gobernador del Banco de España que se dedique a lo suyo” porque es una institución “que pagamos todos” y hace de todo “menos lo que le toca”.

En este sentido, pidió “decir las cosas por su nombre” porque cuando desde UGT dicen que “hay que acabar con la precariedad no pensamos que sea abaratando el despido” como propugna el Banco de España.

Álvarez insistió en que la recaudación es una herramienta importante “para redistribuir la riqueza” y le dijo a la ministra de Hacienda que desde el sindicato son “planamente conscientes” de que en España hay que subir los impuestos “porque los que tienen mucho pagan muy poco y las empresas, sobre todo las del Ibex-35, pagan muy poco”.

Con respecto al futuro de las pensiones, pidió despejar dudas “porque hay gente que se está prejubilando porque cree que la reforma va en contra de sus intereses” y reiteró que “no van a permitir que los futuros pensionistas se jubilen anticipadamente con peores condiciones”. Por eso, pidió pisar el acelerador y llegar a acuerdos porque los pensionistas los necesitan, y aclaró que “no hay acuerdo de pensiones” después de la confusión generada sobre el mismo al apuntarse desde UGT la inminencia de su firma.

Dicha sugerencia, unida al mensaje desde el Gobierno que de había margen para rubricarlo en los próximos días, provocó que CCOO y CEOE saliesen posteriormente a negar que hubiese tal aproximación, asegurando que hay discrepancias aún para rubricar un acuerdo.