Durante el encuentro sobre ‘Salud mental en tiempos de pandemia. Y ¿después qué’, organizado por esta entidad y la agencia Servimedia, González Zapico admitió que la situación de las personas con trastornos de salud mental “es muy poco homogénea” en el conjunto de la UE y que, por ejemplo, “existe un abismo entre España, Rumanía, los países del norte y Portugal”. Sin embargo, se mostró convencido de la necesidad de una estrategia común en salud mental, para lo que resulta “importantísimo” recabar datos.

La misma idea expresó la eurodiputada Maite Pagaza, tras resaltar que el Parlamento Europeo intenta impulsar una estrategia comunitaria en dicho terreno. En su opinión, para que esa estrategia común salga adelante se necesita contar con datos en que apoyarla. Por eso, Pagaza animó a las organizaciones de la sociedad civil --y en concreto a Salud Mental España-- a que “nos hagan llegar sus cuestiones, dos o tres cada una”, a los eurodiputados y a los miembros de la Comisión.

De hecho, señaló que Bruselas también busca aumentar la participación de las personas con problemas de salud mental y de sus familias en la evaluación de estos servicios a nivel europeo, porque “nadie mejor que ellas saben que se necesita, donde sobra burocracia o donde no”. Resulta “importantísimo” que la Comisión Europea incluya este tipo de preguntas en sus sondeos y estudios, coincidió González Zapico.

En el encuentro participó también la presidenta de la Comisión de Políticas Integrales para la Discapacidad de Senado, Mayte Fernández, quien puso como ejemplo las preguntas sobre bienestar emocional y salud mental introducidas en el último sondeo del CIS.