Lo dijo en un acto organizado por el Gobierno en la Casa América de Madrid con motivo del décimo aniversario del Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, conocido como Convenio de Estambul.

En el acto, presidido por la reina Letizia, también participaron la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya; la Fiscal General del Estado, Dolores Delgado; la secretaria general del Consejo de Europa, Marija Pejčinović; la ministra de la Mujer de Túnez, Imen Houimel; el ministro de Exteriores de Irlanda, Simon Coveney; y la comisaria europea de Igualdad, Helena Dalli.

Irene Montero aprovechó su intervención para confirmar que esta norma, que pretende desarrollar legislativamente el ‘sólo sí es sí’, estará ultimada para su traslado al Congreso de los Diputados “en un mes o un poquito más”.

La titular de Igualdad comentó que la ley establecerá que “no hay relación sexual sin consentimiento”, por lo que “si hay dudas, no caben dudas, hay que desistir”

Esta ley, que fue aprobada por el Consejo de Ministros en marzo de 2020, ha tenido que ser perfilada por el Ministerio de Igualdad y por el de Justicia tras los informes que el Ministerio Fiscal y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) hicieron de la norma.

El Ministerio de Justicia es coproponente de la ley porque, entre otros puntos, modifica el Código Penal para incluir como agravante el sexo no consentido dentro de la pareja (violación dentro de la pareja) o los fármacos para anular la voluntad de la víctima. También revisará el acoso callejero y eliminará el concepto de abusos sexuales, que pasarán a ser agresiones.

Irene Montero, que comenzó su intervención condenando los últimos tres asesinatos machistas en Baleares y Tarragona, subrayó que el Gobierno español conforma un “frente común feminista que trabaja unido y con decisión contra todas las formas de violencia machista”.

Lamentó que Turquía haya decidido recientemente abandonar el Convenio de Estambul y deploró que algunos países de la UE todavía no lo hayan ratificado, a pesar de que este tratado “sigue siendo el mejor instrumento posible para proteger los derechos humanos de las mujeres”.

La titular de Igualdad situó al feminismo en la “vanguardia de las luchas democráticas” y situó al Gobierno como el incentivador de una “cuarta ola de feminismo institucional”, que ha quedado de manifiesto en la pandemia al convertir en servicios esenciales todos los servicios de atención a las mujeres víctimas de violencia de género.

Montero también expuso la intención del Gobierno de utilizar los fondos europeos para auspiciar la creación de centros de crisis 24 y para lograr una justicia “claramente feminista”.

Por último, avanzó la pretensión de su departamento de desarrollar un plan de inserción para víctimas de trata, con el fin de garantizarles unos derechos laborales, económicos y habitacionales sin los cuales no podrían desarrollar su autonomía personal.