Según informó la propia OTAN, Rasmussen hizo estas consideraciones en su discurso inicial ante los ministros de Defensa de los países miembros, reunidos en Bruselas, y ha certificado que las operaciones en Libia y Kosovo, particularmente, han sido "un éxito".

En cuanto a Libia, los ministros reiteraron su compromiso para continuar la misión bajo el mandato de Naciones Unidas "el tiempo que sea necesario", y su determinación para acabar con las hostilidades "tan pronto como sea posible". Expresaron su disposición a apoyar al Gobierno de transición y a ayudarle a modernizar la seguridad y la defensa, en caso de que se les solicite.

Respecto a Kosovo, alabaron el comportamiento de la KFOR en los últmos disturbios, reivindicando que los militares actuaron "con cuidado, firmeza e imparcialidad en pleno cumplimiento del mandato de Naciones Unidas", para garantizar la tranquilidad, la moderación y el diálogo, que consideran el único camino que puede permitir el progreso del antiguo territorio serbio.

Por último, y a falta de la reunión análoga a ésta de los ministros de Defensa de la UE que deberá decidir formalmente en noviembre si prorroga la Operación Atalanta un año más, en el contexto de la OTAN renovaron su compromiso a hacer frente a la amenaza de la piratería "con todos los recursos que sean necesarios".