Fuentes gubernamentales consultada por Servimedia sostienen que la respuesta del presidente del Gobierno cancelando su viaje a París y desplazándose a Ceuta y Melilla responde a una “pronta actuación” del Ejecutivo acompañada del refuerzo de la presencial política y militar para garantizar la seguridad en las dos ciudades autónomas.

Se muestra “determinación”, indican fuentes consultadas, por defender las fronteras ante un aliado que pretende cambiar las reglas del juego.

La crisis se ha desatado con la llegada masiva de miles de inmigrantes de forma ilegal hasta Ceuta bordeando a nado el espigón que separa la ciudad del país vecino.

“Proteger nuestra frontera es un tema que no puede ser objeto de las relaciones entre ambos países”, remachan dichas fuentes, porque es un tema de “obligado respeto, y punto”. De hecho, enmarcan la respuesta en hacer respetar la integridad territorial de España.

En su declaración institucional, Sánchez no hizo crítica directa alguna a Marruecos por la salida masiva de su país de estas personas, pero remarcó que el “respeto” es la base de las relaciones y que “la integridad de Ceuta como parte de nuestra nación, la nación española, su seguridad y la tranquilidad de nuestros compatriotas y residentes allí están garantizadas por la acción del Gobierno de España cualesquiera que sean las condiciones necesarias para ello y con todos los medios disponibles para ello”.

Por ello, alertó de que se va “a restablecer el orden” en la ciudad de Ceuta y en las fronteras “con la máxima celeridad”. “Seremos firmes para garantizar su seguridad ante cualquier desafío, ante cualquier eventualidad y bajo cualquier circunstancia”.

En el Ejecutivo no ofrecen detalles sobre el despliegue militar en la zona más allá de que, según fuentes de Defensa, se trata de las “unidades del Ejército, que tienen su sede en Ceuta”, entre las que están el Grupo de Regulares nº 54 y el Tercio de Alba 2º de la Legión, pero que se están limitando a dar “seguridad y apoyo en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.

Para estas acciones y las futuras que puedan derivarse, el presidente desarrolló en las últimas horas una “ronda de llamadas” que enmarcan en la “situación cautelosa” con la que consideran que se deben tratar estos asuntos, máxime siendo Marruecos, y circunscribirlos a la “alta diplomacia”, como apuntó la ministra portavoz en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

De estos movimientos Sánchez dio cuenta al Rey e informó al líder del PP, Pablo Casado, al que mantendrá al tanto “hasta que la tranquilidad haya vuelto definitivamente a Ceuta y su frontera”, según dijo el propio presidente.

La situación con Marruecos, según fuentes gubernamentales, se veía venir desde la tensión iniciada con el país vecino por la inclusión en el Gobierno de coalición del ya exvicepresidente Pablo Iglesias.

De hecho, aún está pendiente la celebración de la Reunión de Alto Nivel (RAN) que España y Marruecos debían celebrar el pasado día 17 de diciembre, y que Marruecos aplazó ‘sine die’, aunque aludiendo a motivos sanitarios derivados de la pandemia.