Así lo dijo durante su comparecencia en la Comisión de Derechos de la Familia, la Infancia y la Adolescencia, donde aseguró que desea “la más pronta normalización de la situación en Ceuta”, donde en las últimas horas han entrado miles de inmigrantes desde Marruecos, de los que al menos 1.500 serían menores de edad y el Gobierno español se ha visto obligado a llevar al Ejército.
Pero, matizó: “Es el momento de proteger Ceuta y que recobre la normalidad ante todo y después poder afrontar las situaciones humanitarias que se generen, una vez normalizada la situación”.

Con esas palabras concluyó una intervención en la que subrayó que la pobreza infantil en España es “un problema histórico”, “estructural” y “que requiere ser tratado como un objetivo de Estado”. También recalcó que las ratios sobre este problema están “muy por encima de la UE” y urgió a afrontar retos políticos y sociales, pues que la tasa de riesgo de pobreza infantil sea del 27,4%, según la Encuesta de Condiciones de Vida 2019 (los últimos datos disponibles) “no se corresponde al nivel de riqueza de la economía”.
Esto supone que la tasa se encuentre nueve puntos por encima de la media de la UE, y alertó de que la crisis del Covid-19 “ha impactado de forma negativa en esas cifras”.
Durante la comparecencia el Alto Comisionado hizo un retrato de la infancia española afectada por la pobreza, ante lo que aseveró que “tener hijos en España aumenta el riesgo de pobreza en muchas familias”, especialmente en las monoparentales o de etnia gitana.
También se hizo eco de que hay “diferencias territoriales importantes” y que las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona sumarían alrededor de 200.000 niños pobres y que esa lacra también llega a zonas rurales meridionales del país.
Además, añadió, “el ascensor social se ha atascado”, por lo que pidió invertir en prevenir la pobreza, pues de no ser así el coste social es “mucho mayor”. En este punto anunció que el Alto Comisionado está trabajando con Fundación ‘laCaixa’ en el primer estudio pormenorizado del coste de la pobreza infantil en España, y que se publicará en el segundo semestre de 2022. En compasión, datos de Estados Unidos, apuntan a que en ese país el coste supone el 5,4% del Producto Interior Bruto (PIB).
INGRESO MÍNIMO VITAL
Ernesto José Gasco también se refirió a que el Ingreso Mínimo Vital (IMV) tiene “una perspectiva de infancia”, a pesar de que es una herramienta que supone “un esfuerzo extraordinario” y es compleja de implantar. “Le queda recorrido”, subrayó, asegurando que de los 3.000 millones que cuenta como presupuesto se han gastado 900.
Para explicar esa perspectiva, el Alto Comisionado dijo que “el 61% de los 260.000 hogares que ya lo perciben tienen hijos a cargo”, que “el 40% de las personas que lo perciben son menores, más de 272.000” frente a que “sólo el 17%” del total de la población española es menor de 18 años.
“El Ingreso Mínimo Vital sigue siendo fundamental para incrementar el potencial redistributivo en nuestro país”, dijo, aunque dejó la puerta abierta a hacer “ajustes” en el IMV para que sea más eficaz y pidió a otras administraciones a que también contribuyan con otras ayudas a la lucha contra la pobreza.