La AEP emitió un comunicado con motivo de la celebración hoy del Día del Niño Hospitalizado, una fecha en la que se homenajea a los menores ingresados en centros hospitalarios y a quienes contribuyen a hacer su estancia en los hospitales lo más llevadera posible: familias, personal sanitario y voluntarios.

Este colectivo incidió, ante la “especial vulnerabilidad” de los menores, en la necesidad de poner en marcha actuaciones que permitan la “humanización” de las plantas de hospitalización pediátrica a pesar de las restricciones a las que obliga el coronavirus.

La presidenta de la AEP y jefa del Servicio de Pediatría y Enfermedades Infecciosas del madrileño Hospital Infantil La Paz, María José Mellado, destacó la importancia de comprender que en los niños “una experiencia tan crítica como un ingreso hospitalario siempre impacta emocionalmente, especialmente cuando es prolongado”.

Por ello, la asociación que aglutina a los pediatras reclamó priorizar el acompañamiento de los familiares de los pacientes pediátricos, algo que actualmente es difícil de concretar, ya que, debido a la pandemia, sólo puede estar con el niño uno de los padres y previa realización de un test PCR y, cuando las circunstancias lo permiten, un intercambio entre los progenitores.

Ante esta situación, la AEP llamó a poner en marcha “medidas de humanización”, como el soporte psicológico y social a los niños ingresados o la incorporación de herramientas digitales que les permiten mantenerse conectados con su entorno más cercano y paliar con actividades educativas y distracciones lúdicas el tiempo de ingreso.

También abogó por adaptar el confort de la habitación y la adecuación del mobiliario y las instalaciones para unos pacientes que deben desplazarse con frecuencia por el hospital para realizarse pruebas y acudir a las consultas de los diferentes especialistas.

María José Mellado explicó que la Academia Americana de Pediatría recomienda que los adolescentes permanezcan en áreas de hospitalización pediátricas y no compartan habitación con un adulto, como ocurre en algunos hospitales, ya que “se trata de una edad muy crítica, y el mejor lugar para enfrentar una situación de este tipo a nivel psicoemocional es una unidad pediátrica en la que compartan estancia con otros niños de su edad”.

A su vez, consideró “muy relevante” la disponibilidad de especialistas en las diferentes disciplinas pediátricas de los profesionales que les tratan: infectólogos, cardiólogos, gastroenterólogos, intensivistas pediátricos, enfermeras pediátricas, auxiliares, radiólogos, psiquiatras, trabajadores sociales o psicólogos.