Huertas recordó durante su participación en este acto informativo organizado por Nueva Economía Fórum que Mapfre ya manifestó su “desazón” por tener que cancelar el contrato, pero ha tenido lugar al sobrevenir un cambio en el control accionarial de Bankia por su fusión vía absorción por parte de CaixaBank.

Según explicó, es una situación para la que ya había una cláusula prevista en el contrato cuando forjaron su alianza hace décadas para vender productos de seguros y financieros de manera cruzada. “Los contratos están para cumplirlos, incluso, en el momento de ruptura”, explicó, sin querer avanzar estimaciones y dejando claro que “en ningún caso las valoraciones han partido de Mapfre”.

El contrato que Mapfre firmó en su día con la extinta Caja Madrid y posteriormente perfeccionaría con Bankia al adaptarlo a su nueva realidad tras las fusiones de cajas de ahorros establece que, en caso de ruptura de la alianza, el socio que lo hace debe pagar por deshacer la ‘joint venture’ conjunta un precio igual al de su valor en el mercado, incrementado en un 20% en concepto de indemnización.

Su ruptura sería sobrevenida simplemente con que uno de los socios, Mapfre o Bankia, perdiese el control accionarial, situación que ha tenido lugar ahora y que implica que CaixaBank deberá indemnizar a Mapfre para recomprar su parte en la sociedad conjunta. Algunos medios han cifrado dicha compensación entre 600 y 1.000 millones de euros.