Barea aseguró que el Gobierno central confundió la crisis económica, vinculada al sector financiero en el exterior y a la construcción en España, con una “crisis de la demanda”.

Indicó que este error en el diagnóstico provocó que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero agotara las reservas de las arcas públicas sin aplicar reformas estructurales que faciliten la recuperación económica y criticó que las comunidades autónomas hayan creado 17 “mercadillos” en el marco de una economía de mercado único.

El ex director de la Oficina de Presupuestos, que pronunció la conferencia sobre 'El papel del sector público en la crisis' en la Universidad de Valladolid, sostuvo que el Estado es en España “bastante amplio” aunque su tamaño es inferior al de algunos países de la Unión Europea.

Explicó que el origen de la crisis económica se produjo cuando el sector de la construcción se “desbocó” y se convirtió en el principal motor económico ya que en el pasado suponía el 15% del PIB.

Barea añadió que esta situación se agravó al originarse a nivel mundial una crisis financiera. Por ello, criticó que el Gobierno de la nación negara inicialmente la crisis, desoyendo las advertencias de los economistas, y asegurara que se trataba de una desaceleración.

En ese sentido, el catedrático destacó que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero implementó medidas de política presupuestaria como las deducciones de 400 euros en las cotizaciones del IRPF, la subida de las pensiones mínimas o de los salarios un cuatro por ciento cuando deberían haberse congelado ya que según dijo no se trata de una crisis de la demanda. “Hay una crisis estructural española a consecuencia de la construcción”, añadió.

COMPETITIVIDAD

Este economista precisó que los responsables políticos han olvidado el mayor problema al que se enfrenta la economía española, la competitividad. Así, advirtió que el déficit exterior de España ha alcanzado el 10% del PIB aunque la crisis lo haya reducido hasta el 5%.

Sostuvo que esta cifra es todavía “muy alta” y, por lo tanto, exige la aplicación de reformas estructurales que acaben con la desventaja de partida de la economía española. “Hemos gastado todas las reservas y no hemos resuelto el problema de la economía que era estructural y no de la demanda”, apostilló.

RECUPERACIÓN

Finalmente, concluyó que la recuperación llegará a España en el plazo de cuatro años, tal y como prevé el FMI y destacó la decisión del Banco Central Europeo de mantener en niveles bajos el precio del dinero, ya que, en su opinión, una subida de los tipos de interés afectaría de forma negativa a la economía española, que, a diferencia de la alemana y francesa, no se encuentra en la fase final de la crisis.