En concreto, la partida de costes se redujo un 9,4% mientras que la cifra de negocio aumentó un 5,5% y ascendió a 1.710 millones, según informó este jueves la compañía, que reivindicó su posición de fortaleza y su estrategia de crecimiento a medio y largo plazo.

El empuje de la cifra de negocio se sustentó principalmente en un aumento del 20% en los ingresos de la división de Energía y del 4,5% en la de Infraestructuras, a pesar de la desconsolidación de las concesiones vendidas en diciembre de 2020.

Su avance compensó la reducción en un 18,8% en la cifra de negocio o en facturación de la división de Otras Actividades y que Acciona atribuyó a “una menor entrega coyuntural de unidades residenciales por parte de la división Inmobiliaria”.

Durante el trimestre, Acciona logró nuevos contratos en la división de Infraestructuras por valor de 1.263 millones, que elevan la cartera de negocio acumulada a 15.085 millones y se sitúa así en máximos históricos.

Por su parte, la división de Energía cerró marzo con 1.885 de megavatios (MW) en construcción o previstos para iniciarse de manera inminente.

Por su parte, el resultado de explotación o Ebitda de Acciona se situó en 362 millones de euros, con un aumento del 11,1%, que atribuyó especialmente al incremento del 22,1% en la división de Energía.

Su inversión neta durante el trimestre creció a su vez un 194,8% y se situó en 950 millones. La cifra incluye 470 millones de pagos aplazados relacionados con la gestión de la deuda llevada a cabo durante el ejercicio 2020, en el contexto de la pandemia.

Por divisiones, especificó que Energía invirtió 760 millones e instaló 319 megavatios (MW) en renovables en los mercados internacionales. A finales de marzo tenía además otros 280MW en fase de construcción, lo que para Acciona “otorga una elevada visibilidad al objetivo de instalar 599MW en 2021”.

La compañía indicó que prevé además iniciar “de manera inminente” la construcción de otros 1.604 MW, en línea con su objetivo de alcanzar los 1,6 gigavatios (GW) en el año 2022.

Por su parte, la división de Infraestructuras invirtió 121 millones netos, muy por encima de los 29 millones del año anterior. De esa cifra 87 millones se destinaron a Construcción y 31 millones a Concesiones.

Al cierre de marzo, su deuda neta se situó en 5.790 millones, lo que supone un aumento del 22,3% que responde precisamente en su mayoría a la concentración de inversiones en el trimestre.