“Que hable de circo cuando unas personas están amenazadas, me parece un desatino y no querer el papel que el PP juega en relación con este debate”, dijo Montero en la rueda de prensa que ofreció desde el Palacio de la Moncloa tras el Consejo de Ministros.

“Hay que poner un cordón sanitario a cualquier formación que haga de esta incitación al odio su catecismo”, subrayó Montero, para quien el PP intenta con esta posición “justificar el no hacer ese cordón sanitario porque cuenta con la ultraderecha para conformar sus gobiernos” y “porque si se separa puede tener consecuencias electorales para sus expectativas”.

Asimimo, indicó que el PP piensa los “efectos en las elecciones” y no en lo “importante”, por lo que Montero consideró “mucho más grave” esa “cortina de humo” que pone el PP cargando contra el Ejecutivo por denunciar las amenazas para no hablar de los hechos en sí.

Posición que, fuentes del Ejecutivo, ven un “desatino” por parte de la formación que preside Pablo Casado y que, aseguran, está poniendo en un verdadero brete a los líderes territoriales y presidente autonómicos por el “seguidismo” que está haciendo Génova de la política de Ayuso y que, aseguran, llevará a la presidenta de la Comunidad de Madrid a pactar con Vox para seguir en el Ejecutivo.

“El conjunto de la sociedad española tiene que poner cordón sanitario a las expresiones que se fundamentan en alimentar la confrontación como forma de hacer política”, expresó, pero remarcando que no aludía a ningún territorio ni partido por estar en periodo electoral en Madrid.

Además, Montero llamó a hacer una “reflexión profunda” como sociedad, para que no haya “expresiones de este tipo” y sobre por qué se está “minimizando” lo que suponen los pactos con formaciones de ultraderecha, así como para adoptar medidas “consensuadas" para que no se produzcan acuerdos con los que defienden “amenazas y odio”.

Tal es la gravedad que en el Gobierno le dan a los últimos episodios que defienden sin ambages su actitud y la publicidad que ha dado a las amenazas recibidas por cargos públicos.

Fuentes del Ejecutivo admiten que ahora no se puede tomar iniciativa alguna por estar en periodo electoral, pero sugieren que tras el 4-M el presidente del Gobierno y el líder del Partido Popular tendrán que tomar cartas en el asunto para rebajar el clima político, porque ya tiene una deriva “muy preocupante” en la sociedad.

La portavoz, en la rueda de prensa, expresó que la situación requiere de una “reflexión profunda” y “llevarla a todos los ámbitos de la vida, no solamente al entorno político, educativo y de relaciones sociales y laborales", porque “este tipo de gota fina, de gota malaya, puede estar empapando determinados entornos, no solo el político”, alertó.

Así las cosas, Montero sostuvo que “es conveniente esa reflexión profunda y que se adopten medidas coordinadas y consensuadas por parte de las formaciones políticas, para que no se produzcan alianzas con aquellos que son partidarios del odio o que expresan conductas y pensamientos que incitan a amenazas y al odio", compartió.