Lo hizo en su intervención ante el Consell Nacional de Catalunya en Comú, que se reunió de forma telemática y ante el que envió en catalán y castellano su solidaridad con Iglesias ante la “ofensiva de una extrema derecha violenta” y dictaminó que “no se puede banalizar ni normalizar el fascismo", porque "eso pone en peligro la democracia, la convivencia y la paz en nuestro país".

“El fascismo no es una opinión política. Hay que exigir a los poderes del Estado que actúen con contundencia. Ante amenazas de muerte y actos de violencia organizados, nos sorprende que no haya investigaciones más ágiles y más contundentes”, continuó. "Pedimos a los poderes del Estado que defiendan la convivencia, la pluralidad y la democracia".

“Basta ya de banalizar el fascismo”, reclamó la alcaldesa de Barcelona, esperando que la amenaza de muerte a Iglesias sea el punto de inflexión que a su juicio debería haberse marcado antes. Colau dijo que el fascismo “no se trata de una opinión cuando se incita al ocio y se incita a la violencia”, y diagnosticó que desde hace meses se está llevando a cabo “una estrategia premeditada con mucho dinero detrás" para dividir a la gente trabajadora, criminalizar al extranjero y deslegitimar al Gobierno de coalición.
Finalmente, interpretó que “si la extrema derecha ha levantado el tono es porque tienen miedo, tienen miedo a perder la opción de gobernar en Madrid”, y llamó a la movilización porque “la batalla de Madrid es la batalla de la democracia”.