Así lo subrayó en un comunicado en el que criticó que existe, asimismo, un “problema de fondo” relacionado con la organización hospitalaria y el “enfoque” del sistema sanitario, “muy influido”, a su juicio, por el “hospitalocentrismo, el predominio de un enfoque clínico y el crecimiento de los planteamientos de mercado con una marginación de la planificación sanitaria y la integración de niveles asistenciales”, situación que, a su entender, “ha empeorado notablemente” por la pandemia.

La federación urgió a resolver la “insuficiencia” de camas en atención especializada, apostar por la utilización “intensiva” de los recursos propios y reducir las lista de espera.

Junto a ello, en el medio plazo animó a “cambiar el enfoque” de la atención especializada al entender que los hospitales “del futuro” deberían “insertarse” dentro de una red de servicios que garantice una asistencia a las patologías agudas complejas y la continuidad e integralidad de la asistencia, desarrollando programas de atención sistemática a los pacientes con patología crónica compleja y en coordinación con el resto de los niveles asistenciales.

Además, llamó a “transformar” la organización hospitalaria por una nueva cultura en la que primen los intereses y la salud de los enfermos sobre los de los profesionales y el “entramado” farmacotecnológico así como a “atajar” la “progresiva” privatización de la atención especializada entre otras necesidades.

En este contexto, insistió en la necesidad de mejorar la dotación de recursos humanos y materiales o fomentar la coordinación con atención primaria y socio sanitaria y en la importancia de lanzar un “acuerdo estratégico” que estableciera los objetivos e instrumentos para garantizar una atención especializada de calidad en la sanidad pública, incluyendo un modelo de organización y gestión, así como de la configuración de las especialidades médicas y de enfermería.