La OVI de la Comunidad de Madrid se puso en funcionamiento en junio de 2006, ofreciendo horas de asistencia a personas con discapacidad física severa que realicen una vida activa ligada a la formación o al empleo.

La relación entre la persona con discapacidad y su asistente se basa en los Planes Individuales de Vida Independiente (PIVI), que determinan las necesidades de apoyo en función de la actividad diaria de cada persona y sus circunstancias particulares.

La evaluación para la adjudicación de este servicio se realizará por criterios objetivos, determinando la oferta económica hasta 49 puntos; y por criterios cualitativos, que alcanzarán hasta 51 puntos.

Así, se valorará la oferta de acciones de formación y asesoramiento a familiares y allegados de los participantes en los principios de la filosofía de vida independiente, así como la realización de talleres de orientación laboral y de promoción de habilidades y competencias para la inserción sociolaboral de los participantes.

Las actuaciones previstas estarán cofinanciadas al 50% por la Comunidad de Madrid y el Fondo Social Europeo.