“Me voy a ocupar de que eso, si podemos retirarlo, lo retiremos, pero porque hay razones para hacerlo”, dijo Ábalos en un acto electoral del PSOE con motivo de las elecciones autonómicas del 4-M.

“Sé que es un partido político más, pero qué tal si en lugar de menas, que son menores y supone un desprecio” a menores extranjeros no acompañados, denunció el también secretario de Organización del PSOE, porque “son menores da igual de dónde vengan”.

De esta manera se refirió al cartel de Vox contra los ‘menas’ y que compara lo que cuesta mantener a un menor no acompañado, que aparece con capucha y tapado con un pañuelo de manera que sólo se le ven los ojos, con la pensión mínima de una mujer mayor. El eslogan del cartel que ya está investigando la Fiscalía dice: “Un mena, 4.700 euros al mes. Tu abuela, 476 euros de pensión/mes. Protege Madrid. Vota seguro, Vox”

El ministro criticó al Partido Popular, cuya candidata, Isabel Díaz Ayuso, identificó como la “candidata de la ultraderecha”, porque “luego no vale lamentar y ponerse plañidero” cuando un inmigrante fallece en las costas tras estos ataques a “menores”. Se trata de una “hipocresía” porque parece que “si está vivo es una molestia”.

Ábalos fue a más y alertó del “problema de convivencia” que se está alentando en Madrid y dijo que, en el cartel, “si en lugar de ‘menas’ ponemos judíos, “¿lo entendemos más? Porque así fue el fascismo, contraponer unos contra otros por su raza, por su cultura, y lo están haciendo sin complejos”.

“La derecha franquista se está quitando los complejos” hasta el punto de que, “nunca, como ha ocurrido ahora, nadie había reivindicado el golpe de estado del 36, hasta que ha llegado Vox” y allá “donde ha llegado, la convivencia se deteriora”.

También se refirió a este asunto la número dos de la candidatura, Hana Jalloul, quién animó a la movilización porque “no podemos permitir que Madrid sea la única región donde puede gobernar la ultraderecha”, la que representa Vox, aclaró.

Ese partido que, denunció, “insulta a los menores” y coloca carteles que suponen una “auténtica vergüenza” por “criminalizar a los menores”.