Así lo verbalizó en la tribuna de la Cámara Baja durante el debate parlamentario sobre el estado de alarma y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que expuso Sánchez en el Pleno antes de su remisión a Bruselas.

Oblanca se remitió a las palabras de Sánchez mostrando su intención de poner “punto y final” al vigente estado de alarma, un “artilugio inconstitucional” perpetrado con su voto en contra en octubre para acometer los impactos de una pandemia “agraviados” por la gestión del Gobierno, dijo.

Acusó al presidente de convertir a los españoles en víctimas “del batiburrillo” de la cogobernanza y censuró su tono “triunfal” cuando “no tiene muchos motivos para sentirse satisfecho, menos aún cuando se Gobierno se atribuyó unas facultades que sólo son propias del estado de excepción”.

Consideró que tampoco despierta mucha confianza que no haga ninguna autocrítica pese al “alcance de la tragedia” y los “negros nubarrones” sanitarios, económicos, laborales y sociales. A ello unió que los ciudadanos sean tomados como “conejillos de indias” por los “mensajes contradictorios” en torno a la vacunación.