Lo hizo en su intervención durante la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para dar cuenta del desarrollo de la epidemia de coronavirus. Una intervención que comenzó advirtiendo al presidente de Vox, Santiago Abascal, quien esgrimió desde la tribuna una de las piedras que le arrojaron en Vallecas, que “la moda ésa de enseñar adoquines no suele traer nada bueno”, como le ocurrió al exlíder de Ciudadanos Albert Rivera.

El portavoz de Más País denunció los “desórdenes institucionales” que a su juicio han presidido este año, en el que “las restricciones de movilidad nunca han estado claras”, por los cambios entre comunidades, horarios y sectores. Ahora, agregó, “no sabemos cuáles se van a aplicar el 10 de mayo” cuando expire el estado de alarma. Otro desorden sería el del ingreso mínimo vital.

Así las cosas, Errejón percibió “dos realidades paralelas”: la del Gobierno y el Congreso y “la que tienen los españoles en el día a día, que no tiene que ver con los grandes anuncios y el triunfalismo de las grandes cifras”. Por tanto, señaló que “la principal tarea del Gobierno no es anunciar más cosas sino salvar esa distancia” entre “el tono con que discutimos aquí y las preocupaciones de la gente”.

En su opinión, teniendo enfrente al PP, a quien se ha “visto defender una cosa y milimétricamente la contraria” respecto al estado de alarma, hasta hoy casi echarlo de menos, “al Gobierno le ha bastado con los grandes anuncios” hasta ahora, pero ya no vale, porque “se empiezan a agotar los ahorros y la capacidad de resiliencia” de los españoles. Por tanto, sentenció, “es urgente que pase de los grandes anuncios a las transformaciones”.