El manual, que fue presentado en la sede de la FEMP, pretende ayudar a las autoridades municipales a implantar esos nuevos límites en las vías urbanas y travesías.

La guía puede descargarse en las webs de la DGT y la FEMP. El documento recoge 32 casos específicos en los que se aplicarán las limitaciones de velocidad, singularmente en lo referido a 30 km/h, que será la velocidad máxima en la mayoría de las calles de España desde el 11 de mayo.

A partir de ese día, habrá tres límites genéricos de velocidad en las vías urbanas (actualmente hay uno y es de 50 km/h): 20 km/h para las calles de plataforma única de calzada y acera, 30 km/h para las de un único carril por sentido de circulación y 50 km/h para las de dos o más carriles por sentido (en este último caso, 40 km/h para los vehículos con mercancías peligrosas).

Los carriles bus o reservados para taxis u otros usuarios no cuentan en estas limitaciones genéricas. No obstante, se permite que los ayuntamientos puedan rebajar esos límites y subir excepcionalmente el de 30 a 50 km/h.

El límite genérico de velocidad en travesías será de 50 km/h para todo tipo de vehículos, aunque podrá ser rebajado por el ayuntamiento o el titular de la vía, y el de autopistas y autovías que transcurren dentro de poblado se quedará en 80 km/h, aunque podrán ser ampliados por las autoridades municipales o los dueños de las vías.

Incumplir los nuevos límites será considerado como infracción grave o muy grave e implicará una sanción de una multa de 100 a 600 euros y la pérdida de hasta seis puntos en el carné, según la velocidad.

Los conductores pierden ahora puntos si circulan a partir de 71 km/h en las calles de un único carril o de un carril por sentido, ya que el límite genérico actual es de 50 km/h, pero tendrán menos puntos con 51 km/h gracias a la nueva norma.

Así, circular por una calle con un carril por sentido supondrá 100 euros de multa al circular entre 31 y 50 km/h; dos puntos menos y 300 euros si se va a entre 51 y 60 km/h; cuatro puntos menos y 400 euros de sanción si se circula entre 61 y 70 km/h; seis puntos menos y 500 euros entre 71 y 80 km/h, y seis puntos menos y 600 euros a partir de 81 km/h.

“REVOLUCIÓN SILENCIOSA”

El director general de Tráfico, Pere Navarro, apuntó en el acto de presentación de la guía que esas nuevas limitaciones suponen “una revolución silenciosa” en la movilidad de las ciudades y que la UE ha felicitado a España por ser el primer país en implantar el límite a 30 km/h en las calles con un único carril por sentido de circulación.

Navarro indicó que la DGT ha adoptado esa medida después de recibir cartas en este sentido de los ayuntamientos de Barcelona, Bilbao, Madrid, Málaga, Valencia y Zaragoza, y apuntó que a 30 km/h mueren un 10% de los peatones atropellados (frente al 90% a 50 km/h), la distancia de frenado se reduce a la mitad en comparación con una velocidad motorizada a 50 km/h y el ruido también baja a la mitad.

Subrayó que la cifra de víctimas mortales de tráfico aumentó un 6% en las ciudades y se redujo en la misma proporción en las carreteras, y que el 82% de los fallecidos en vías urbanas eran usuarios vulnerables (peatones, ciclistas o motoristas).

“Esto abre la puerta a la movilidad poscoronavirus”, comentó Navarro, antes de recalcar que “no es una medida aislada, detrás hay todo un modelo” para hacer las ciudades “más humanas, más sostenibles, más razonables” porque “cada vez hay más actores”, como peatones, ciclistas, usuarios de patinetes, motoristas, taxistas, repartidores de mercancías, etc.

Navarro añadió que el nuevo límite a 30 km/h permitirá “quitar señales” y recalcó: “A lo mejor algún día podemos quitar algún semáforo en algún cruce”. Y destacó que Naciones Unidas ayudará a concienciar sobre esta medida porque del 17 al 23 de mayo dedicará su VI Semana Mundial para la Seguridad Vial a la limitación urbana a 30 km/h.

“CAMBIO DE FISONOMÍA”

Por su parte, el secretario general de la FEMP, Carlos Daniel Casares, comentó que la reducción de los límites de velocidad en las ciudades es, “sin lugar a dudas, el mejor instrumento de seguridad vial en el ámbito urbano”.

Recalcó que las ciudades serán “más sostenibles”, se fomentará el transporte público y modos de desplazamiento como caminar o ir en bicicleta, y convierte los lugares urbanos en zonas “más sosegadas, tranquilas, pacíficas, armoniosas y amigables”. “Supone la más eficaz modificación legislativa en materia de seguridad vial urbana llevada a cabo en las últimas tres legislaturas”, sentenció.

Quizá el ejemplo más representativo del límite a 30 km/h sea el de Bilbao, que es la primera ciudad del mundo con más de 300.000 habitantes en implantarlo. Alfonso Gil, teniente de alcalde del Ayuntamiento y presidente de la Comisión de Transportes, Movilidad Sostenible y Seguridad Vial de la FEMP, apostilló que el nuevo límite a 30 km/h supone “un cambio de filosofía que, sin lugar a dudas, va a llevar un cambio de fisonomía de las ciudades”.

“Hay una revolución en marcha”, dijo, antes de apostillar: “La ciudad será de toda la ciudadanía o no será”. Gil indicó que, pocos meses después de implantarse la limitación a 30 km/h en Bilbao, esta ciudad ha reducido sus emisiones contaminantes y los accidentes graves de tráfico.