Fuentes de La Moncloa indicaron a Servimedia que aun no hay fecha cerrada para ninguna reunión como tal entre ambos. Desde el entorno de la vicepresidenta trasladan que Sánchez y Díaz acordaron justo este martes que a la vuelta de la visita oficial del presidente a Angola y Senegal cerrarían cómo “retomar” encuentros como los que mantenía con Iglesias.

Cuando el presidente regrese de la gira africana, señalaron dichas fuentes ministeriales, concretarán como será la nueva relación entre el PSOE y Unidas Podemos tras la marcha de Iglesias de la coalición y si habrá reuniones asiduas como al inicio se mantenían entre Sánchez e Iglesias.

Esas reuniones entre los equipos y los líderes de las dos formaciones del Ejecutivo quedaron en el pasado porque no se convocan desde finales de noviembre, cuando las elecciones en Cataluña se cruzaron en el horizonte y la relación entre ambas partes se enrareció.

Admiten desde el Ejecutivo que, cuando se celebre la reunión entre Sánchez y Díaz, no se partirá de los temas previstos en la tan publicitada pero nunca celebrada cita entre el presidente y el vicepresidente este 2021, sino que será más para ver la coordinación de las áreas de Gobierno y de la relación entre los dos socios tras la marcha del líder de Podemos.

También abordarán la “salud del Gobierno de coalición”, que desde la Vicepresidencia Tercera remarcan que es “buena”, pero desde Moncloa reconocen que hay aspectos a abordar sobre el futuro del Ejecutivo en un contexto en el que el plan de recuperación que se remite a Bruselas establece calendarios de reformas, entre ellas la laboral.

Desde que se conociera la salida de Iglesias, Sánchez y Díaz han intensificado los contactos, pero solo ha pasado una semana desde la marcha oficial del líder de Podemos del Gobierno. Con la Semana Santa por medio y el viaje del presidente hasta el viernes por tierras africanas, se pospone a la semana que viene cualquier atisbo de reunión entre ambos que escenifique la nueva sintonía en la coalición.

La “muy positiva” relación entre Sánchez y Díaz, como apuntan desde el entorno de la vicepresidenta, la evidenció también el presidente en la rueda de prensa que ofreció desde le Palacio de La Moncloa.

“No me canso de reivindicar que es la primera vez en la historia que hay cuatro mujeres vicepresidentas”, además dos de ellas gallegas, ensalzó Sánchez cuando se le preguntó por el horizonte de la reforma laboral y la nueva situación con el ascenso de Díaz, en referencia también a la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.

“Lo que es importante”, dijo, es que el Consejo de Ministros del martes próximo va a aprobar el fondo de recuperación y “ahí verán el calendario de todas las reformas y transformaciones que tiene por delante el Gobierno de España, también en material laboral”.

COMISIONES DELEGADAS

En concreto, sobre la “coordinación” en la coalición tras la marcha de Iglesias, el presidente se remitió a que “es absolutamente transparente porque hay un compromiso de coordinación firmado, publicado por parte de las dos formaciones políticas que componen este Consejo de Ministros, y refieren a esos marcos”, y derivó “lógicamente” a las comisiones delegadas -cuya reestructuración se aprobó este martes- “en lo que representa a la coordinación entre ministerios”.

Precisamente, la reunión del Gobierno de esta martes aprobó el Real Decreto por el que se modifica el Real Decreto 399/2020, de 25 de febrero, por el que se establecen las Comisiones Delegadas del Gobierno. Según fuentes gubernamentales consultadas por Servimedia, el cambio se ha limitado a los nombres de las titulares afectadas y a la presencia de Díaz en los puestos en los que estaba el entonces vicepresidente Pablo Iglesias.

Así, la también ministra de Trabajo, a partir de ahora, formará parte del Consejo de Seguridad Nacional y de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos de Inteligencia, y presidirá la Comisión Delegada del Gobierno para la Agenda 2030.

Por su parte, con este cambio en las comisiones, la nueva ministra de Derechos Sociales, la cartera ministerial que ocupaba Iglesias y que ahora gestiona Ione Belarra abandona todas las comisiones en las que estaba el vicepresidente salvo la de Agenda 2030, de la que pasa a ser un miembro más.