Desde Chinchón (Madrid), Bal no perdió ocasión para volver a cargar contra la “precipitación irreflexiva” de Ayuso a la hora de convocar “sin motivo” las elecciones en Madrid. Son “muchos” los proyectos que “se nos han quedado en el cajón” como consecuencia de este adelanto electoral, avisó a los electores.

Explicó que él se presenta a estos comicios “para que no decidan las políticas de la Comunidad de Madrid los populismos y los extremismos”. “La polarización al final termina en la paralización de la sociedad y del empuje de esta comunidad autónoma tan rica y emprendedora”, advirtió el candidato de Cs.

Desde la base de que “es necesario frenar los extremos” para que Madrid avance, criticó que haya quien pretenda “condenar” a los madrileños a retroceder hasta el año 1936. “Yo no estoy dispuesto a aceptar esa polarización y esas consignas de buenos y malos excluyendo a una parte de la sociedad madrileña”, abundó.

Incidió en que él se presenta a estas elecciones “con un ideal de unión de todos los madrileños”, lo que tradujo en que respaldar a Cs es “votar a esa unión de todos los habitantes de esta tierra” más allá del debate entre “fachas y rojos”. Su partido, dijo, quiere una política “limpia, regeneradora” de la que “otros no pueden presumir con los casos de corrupción que tienen”.

EMPADRONAMIENTO DE CANTÓ

Bal también fue preguntado por la impugnación que el PSOE ha hecho de la candidatura del PP por la inclusión del exdirigente de Cs Toni Cantó y ante la posibilidad de que no se hubiera empadronado a tiempo en esta región. Criticó que haya quien pretende hablar más “de los problemas de los políticos” que de los problemas reales de la ciudadanía.

“Yo creo que, sin perjuicio de que efectivamente cuando veamos una cosa que no es correcta la denunciemos, vamos a dedicarnos a pensar de verdad en los madrileños”, respondió a este respecto, y también comentó que ha escuchado que pudiera ser “ilegal” la lona desplegada con la cara del candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, en la madrileña Plaza de Callao.

Indicó que no está en su ánimo “perder un segundo” de su tiempo y fuerzas en tratar de “ganarle judicialmente al partido contrario” porque lo que desea es “ganar” con sus propuestas. En todo caso, pese al “aprecio personal” que tiene a Gabilondo y tras reconocerle su “nivel intelectual”, consideró paradójico que se haya puesto este cartel precisamente en una plaza que se denomina “Callao”.

“¿Qué hacía Gabilondo cuando Iglesias estaba en el Gobierno de la nación? Callado. ¿Qué es lo que hacía cuando Sánchez se echaba en brazos de Batasuna, EH Bildu y ERC para aprobar los Presupuestos? Callado”, expuso, ironizando así con que éste es un “magnífico sitio para poner la cara de Gabilondo”.

CONDENA A LA VIOLENCIA

Aprovechó en este punto para criticar sin ambages “todos” los actos de violencia, tras el ataque que sufrió ayer la sede de Podemos en Cartagena (Murcia). Es más, instó a todos los partidos que hagan una condena de la violencia “sin ningún tipo de matiz”, puesto que no hay violencia “buena o mala”.

En este contexto, habló de lo “polarizadas” que se presentan estas elecciones del 4-M debido a “esta crispación y el personalismo” de la candidata del PP y del de Podemos. “Ayuso le está diciendo a Iglesias que está acabado; Iglesias le dice a Ayuso que la va a meter en la cárcel como si fuera policía o juez”. “De eso es lo que hay que huir”, remarcó.

“Mi Gobierno ideal es aquel en el que Cs decide y condiciona las políticas reales que se aplican”, explicitó, abogando a continuación por la puesta en marcha de políticas “moderadas y sensatas”. Explicó aquí que el debate político debería centrarse ahora en “la prioridad número uno” de la vacunación, que debería hacerse “24 horas al día, siete días a la semana”.

Sobre el debate abierto en torno al cierre del interior de bares y restaurantes para evitar contagios, Bal recalcó que Madrid ha conseguido mantener “la vida económica” sin desplegar las mismas restricciones que otras comunidades. A su juicio, hay que tomar medidas que protejan la salud y también que esta comunidad siga siendo “la envida de toda España” en términos económicos.