Los sindicatos lo señalaron en una nota de prensa en la que anunciaron un proceso de movilizaciones entre abril y junio para protestar por el “desguace” de la empresa pública postal.

Los sindicatos se basan en una respuesta parlamentaria del propio Gobierno en febrero en la que indica que Correos tiene 88 inmuebles "en desuso" entre los que se encuentran oficinas comerciales, oficinas de reparto, oficinas auxiliares o viviendas, y que las centrales dudan de que realmente estén sin utilizar.

En la misma respuesta parlamentaria, el Gobierno señala que con los edificios históricos de Correos "continuará aplicando los criterios de optimización y revalorización del patrimonio que se siguen desde hace tiempo" como es "el cambio de uso de los edificios, que permiten mejorar su aprovechamiento y ampliar los posibles demandantes (públicos y privados), tanto en arrendamiento como en venta; el arrendamiento de las superficies disponibles tanto en edificios completos como en locales y naves industriales; o los arrendamientos temporales".

Fuentes de CCOO precisaron a Servimedia que la estrategia de la compañía pasa por vender o ceder en conjunto “unos 300” edificios en los próximos años con los que podrían obtener “2.000 o 3.000 millones” y así “arreglar las cuentas de cualquier manera”, dado que se prevén unas pérdidas económicas de hasta 634 millones en 2023. Según este sindicato, se ha creado una empresa para gestionar estas operaciones.

Además, Correos quiere cambiar su sede central de Madrid, actualmente en la avenida de Dublín, en la zona de Campo de las Naciones, y desde CCOO señalaron que se instalará en la calle Conde de Peñalver, en el barrio de Salamanca, previsiblemente en este mismo año.

CCOO y UGT, sindicatos mayoritarios en Correos, están definiendo el calendario de movilizaciones, que incluirá concentraciones en provincias y comunidades autónomas, “sin descartar” un paro general en junio.

Consideran que hay un “recorte del servicio público muy salvaje”, con una reducción del presupuesto público que se le asigna, con un “trasvase de la actividad a Correos Express, donde los contratos son muy precarios” y con la venta de edificios. “Eso de Panamá es la punta del iceberg” de una gestión “pseudosospechosa”, indicaron estas fuentes sindicales en referencia a las informaciones que apuntan a que Correos ha contratado los servicios de consultoría de una empresa vinculada a Panamá.

“No tenemos nada contra los políticos sino contra las políticas” y “un Gobierno progresista tiene que tratar esto progresistamente”, concluyeron.