Preguntada por ello en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Montero comenzó diciendo que en el Gobierno habitualmente no entran “en polémicas, probablemente provocaciones, que se puedan plantear desde otros ámbitos, en este caso desde la propia Comunidad de Madrid”, ni hacen “comentarios a los calificativos o descalificativos que utiliza la presidenta de la Comunidad para referirse a las actuaciones que rigen a nivel internacional”.

De esta forma, tangencialmente ya había acusado a Ayuso de provocar, descalificar y de pretender cuestionar o afear al Gobierno normas internacionales.

Después, la portavoz apeló a que éstos “son temas muy serios” y a que “no se juega con la vida de las personas” y “tampoco se hacen juegos de palabras”, sino que “lo importante es que todos rememos en la misma dirección”, por lo que indirectamente volvió a recriminar a Ayuso todo lo contrario.

Además, no perdió ocasión de recordar que algunas comunidades autónomas “están siendo más restrictivas que otras”, y las apoyó tácitamente al explicar que lo son porque han “comprendido” que “es falsa la polémica entre salud y economía”. En este sentido, apuntó que en el tercer trimestre de 2020 fue cuando más se redujeron los contagios y cuando mayor crecimiento económico registró España.

En este punto, Montero ya abandonó la manera oblicua de criticar a Ayuso que había manejado durante toda su respuesta y le afeó directamente: “No todo sirve para la confrontación. No con todo se puede intentar escurrir el bulto o echarle la culpa a otras administraciones”. Todo ello, antes de insistir, curiosamente, en que no se iba a “escuchar ningún reproche por este Gobierno” y que seguiría intentando "evitar polémicas y confrontaciones”.