En su intervención en la segunda jornada del debate de investidura de Aragonès, Fernández lanzó una idea “de cara al correcto desarrollo de esta legislatura, si es que la misma se desarrolla”: “estamos en un Parlamento, aquí las ideas se debaten y rebaten con otras ideas o con el uso de las palabras, no haciendo el canelo con las salidas constantes del Parlamento”.

Esto le sirvió para trasladarse directamente a los partidos independentistas que “curiosamente muestran más respeto por el Congreso que por el Parlament. Es paradójico cómo respetan las instituciones catalanas”.

Alejandro Fernández recordó las cifras de la incidencia del coronavirus en Cataluña para aseverar que las discrepancias en torno a “la investidura fallecida” de Aragonès “no han tenido que ver con la pandemia, ni con la vacunación, ni con la economía”, ya que “el problema es Waterloo”, concretamente “un millón de euros para que Waterloo riegue su estructura”.

Lamentó que la residencia del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont en Bélgica no sea más que un eco con “tono excéntrico, fantasmagórico y friki” que ejerce “una influencia negativa y desprestigia” a Cataluña.

Por ello, espetó a Aragonès que “ya va siendo hora de romper el cordón umbilical con Waterloo”, desde donde “le humillan sistemáticamente desde un ente que no tiene legitimidad política”.

El portavoz del PP en el Parlamento de Cataluña lamentó que Aragonès no se emancipe de Puigdemont por el miedo a que le llamen “botifler”, lo que le permitió tirar de ironía para recomendarle que se afilie al Partido Popular, donde “te acostumbras a las críticas”.

Alejandro Fernández proclamó que “esto no va de autodeterminación o amnistía, va de poder o hegemonía” y le recordó al candidato de ERC a la Presidencia de la Generalitat que Junts “no acepta que mande usted. Si le aceptan, será dejándole grogui, erosionado y profundamente desprestigiado. Parece mentira que tenga que decirle yo esta evidencia que todo el mundo ve menos usted”.

Por último, acusó al presidente del Grupo del PSC, Salvador Illa, de “mentir como un bellaco” por haberse quejado de que ERC les ha vetado para formar Gobierno, a pesar de haberse comprometido durante la campaña electoral a no pactar con la formación republicana.