Más de la mitad de la población mundial no come adecuadamente
- Según afirman dos expertos de la FAO en el libro "Cómo erradicar el hambre en tiempos de crisis. ¡Actúa ya!"
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Unos 4.000 millones de personas, es decir, más de la mitad de la población mundial, está malnutrida, a pesar de lo cual los gobiernos, en general, ignoran este problema.
Así lo afirmó este martes Ignacio Trueba, exrepresentante permanente de España ante la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), en la presentación de su libro "Cómo erradicar el hambre en tiempos de crisis. ¡Actúa ya!", que ha escrito conjuntamente con Andrew MacMillan, exdirector de la División de Operaciones de Campo de la FAO.
La presentación tuvo lugar en el rectorado de la Universidad Politécnica de Madrid y en ella participaron, entre otros, Javier Uceda, rector de esta institución, y Ricardo Díez Hochleitner, presidente de honor del Club de Roma.
Trueba deslizó algunas cifras destacadas en el libro. Por ejemplo, que desde 1945 ha aumentado un 40% la disponibilidad de alimentos por persona, esto es, "hay suficiente comida para 7.000 millones de seres humanos".
Sin embargo, apuntó que "el hambre crónica obliga a 1.000 millones de personas a la marginación social, a la enfermedad y a la muerte prematura, mientras que otros 1.500 millones se enfrentan, curiosamente, a enfermedades provocadas por la obesidad".
Además, otros 1.500 millones tienen déficit de vitaminas y de minerales. "Como consecuencia, cabe afirmar que más de la mitad de la población mundial tiene problemas de nutrición y que, a pesar del gran sufrimiento humano, los gobiernos, en general, ignoran este problema".
El libro destaca que el hambre mata cada día a tantas personas como murieron diariamente durante la II Guerra Mundial (unas 24.000) y que dos tercios de ellas son niños.
Trueba subrayó que, aunque hay suficientes alimentos, "los métodos de producción y distribución son insostenibles y originan grandes pérdidas desde el campo a la mesa, reducen la biodiversidad, degradan los suelos, contaminan las aguas y salinizan las tierras".
"En las pequeñas explotaciones agrarias se cultiva la mayoría de los alimentos del mundo, pero el 75% de los pobres y hambrientos se encuentra en el medio rural", añadió.
“COMPROMISO PERSONAL”
Trueba afirmó que esta mala gestión de los alimentos "ha impulsado" las crisis del cambio climático, la energía, el medio ambiente y la economía, "que están interrelacionadas entre sí y que en los últimos años han creado una gran incertidumbre a escala mundial".
El libro propone dos grandes desafíos: erradicar el hambre en 2025 y hacer que los sistemas de producción y consumo de alimentos sean sostenibles en 2050, donde se prevé que haya 2.000 millones personas más.
Trueba apostó por "incrementar la conciencia pública sobre los que significa el hambre y el desarrollo agrario sostenible para que los gobiernos puedan abordar dichos problemas" y otorgar recursos suficientes a las organizaciones internacionales expertas en esta materia.
Asimismo, abogó por el "compromiso personal" de cada ser humano, que "puede ajustar sus propios hábitos de compra, alimentación y desperdicios de comida (la tercera parte de los alimentos que se produce en el mundo se tira, y eso es una vergüenza)". Para Trueba, el hambre es "una de las mayores injusticias de nuestro tiempo".
(SERVIMEDIA)
27 Sep 2011
MGR/lmb