Acompañadas del secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey y el conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, las dos dirigentes trataron junto a sindicatos y trabajadoras cuestiones que afectan al colectivo de las camareras de piso, como los problemas de salud ocasionados por su trabajo a lo largo de su vida laboral, con el objetivo de establecer una hoja de ruta que permita mejorar sus condiciones de trabajo.

Según destacó el Ministerio de Trabajo y Economía social, la reunión, celebrada en Calvià, “ha servido para poner de manifiesto cuáles son los aspectos que más afectan a la seguridad y salud de las camareras de piso, y cómo se refleja en la precarización de sus condiciones laborales, un colectivo que en las Islas Baleares ronda las 11.500 profesionales”.

Durante el encuentro, la ministra señaló que la situación de las camareras de piso “siempre ha sido una prioridad en nuestro trabajo” porque es “una de las formas más expuestas de precariedad en nuestro país” que durante “mucho tiempo fue invisible”. “Ésta es una de las plasmaciones del modelo de precariedad al que dio lugar los cambios legislativos que impulsó el PP, que vamos a revertir con las reformas que enviamos a Bruselas, en las que se contempla abordar en el marco del diálogo social en nuestro país la precariedad y la subcontratación”, destacó la ministra al respecto.

Por su parte, la presidenta Armengol resaltó que Baleares fue “pionera en abordar esta cuestión” y “en hacer visible la lucha de las camareras de piso” y subrayó la “estrecha colaboración” que mantiene con el Ministerio de Trabajo en esta línea.

Fruto de esta colaboración, apuntó el Ministerio de Trabajo, el convenio colectivo del sector de la hostelería ha “desterrado prácticamente” la externalización de la actividad de las camareras de piso, frenando su precarización, y el reconocimiento, por parte de la Seguridad Social en 2018, de las dolencias musculoesqueléticas de extremidades superiores como enfermedad profesional.

Asimismo, el Govern ha trasladado un documento de trabajo a la ministra Díaz, elaborado por el Instituto Balear de Seguridad y Salud Laboral (Ibassal) en el que se realiza una radiografía del colectivo de las camareras de piso en Baleares, con sus principales problemas, relacionados en su mayoría con trastornos músculo esqueléticos, agravados por otros factores como la organización del trabajo, con sobrecargas y estrés, factores relacionados con el ámbito extralaboral (desigualdad de asunción de responsabilidades en el ámbito doméstico) u otros factores biológicos como la edad, entre otros.

Además, el departamento encabezado por Díaz recordó que las camareras de piso “representan uno de los colectivos con más exposición a la siniestralidad laboral y a enfermedades profesionales derivadas de su actividad a lo largo de su vida laboral”. En este sentido, en 2019 se produjeron un total de 27.278 accidentes de trabajo, de los cuales 7.140 (el 26,2%) correspondieron al sector de la hostelería, y sobre estos, más de la mitad (51,4%) fueron padecidos por mujeres. Así, el colectivo de camareras de piso abarca el 27,2% de la siniestralidad en el sector.

Según tipología, dos son los grupos que destacan sobre el resto de accidentes: los aplastamientos sobre o contra un objeto inmóvil (1.653 casos, de los que 982 fueron mujeres) y los sobreesfuerzos físicos (1.701 casos, de los que 933 fueron mujeres). Las principales lesiones generadas por accidentes derivados de sobreesfuerzos afectan en mayor medida a la espalda, columna, y extremidades superiores.