En la primera jornada de la XII Asamblea Federal de IU, Garzón intervino como coordinador federal saliente (mañana lo hará como entrante, tras ser reelegido en primarias) justo después de proyectarse un vídeo homenaje a su predecesor Julio Anguita; motivo por el que recordó haberle confesado en una ocasión lo difícil que era tomar la palabra después de él.

El líder de IU se declaró “muy satisfecho” de la aprobación con un 75% de su informe de gestión en los últimos cuatro años, y no perdió ocasión de rememorar que hace cinco los analistas auguraban que IU iba a desaparecer con “los nuevos tiempos”, por la entrada de Podemos en la vida política. Ahora, en cambio, tiene su mayor influencia política con su presencia en el Gobierno y lo ha logrado con muy pocos medios, pues entonces también sufría una deuda acuciante, mientras algún partido nuevo “está en vías de desaparecer”, según aludió a Ciudadanos.

Garzón postuló que IU es “un instrumento al que hemos sumado otros instrumentos”, sumando fuerzas con otras organizaciones, y por eso ratificó su apuesta por la confluencia en Unidas Podemos, que entiende como el instrumento adecuado para lograr sus objetivos para unas clases trabajadoras que han sufrido dos crisis económicas en pocos años.

Defendió haber puesto encima de la mesa “un modelo alternativo de país”, con “una reforma de los valores y de los principios de la sociedad”, con dos vectores o “prerrequisitos” como el ecologismo y el feminismo, y frente al crecimiento de la ultraderecha, a la que achacó un peligro para las libertades civiles y los derechos sociales y laborales.

Garzón se reafirmó, así, en trabajar conjuntamente con Podemos en el terreno electoral, social y laboral ante el riesgo de un Gobierno autonómico de Madrid de PP y Vox y con algunas instituciones “siempre en contra”, según aludió tácitamente a la justicia. A su juicio, algunos artículos de la Constitución suenan “revolucionarios” al lado de ciertos postulados de los partidos de derecha. Los principios por lo que él se afilió a IU, concluyó, siguen por tanto de “máxima actualidad”, por más que esta formación no sea “mainstream” ni esté de “moda”.