El Ministerio de Asuntos Exteriores emitió un comunicado en el que manifestó su preocupación por la situación dejando claro que “sigue muy de cerca la evolución de los acontecimientos” de la mano de las autoridades mozambiqueñas, la ONU, la UE y algunos de los Estados miembros de ésta.

Por último, reiteró su solidaridad con el Gobierno del país africano en su lucha contra el terrorismo, y con el pueblo mozambiqueño, “muy especialmente con los ciudadanos de Cabo Delgado que sufren desde hace más de tres años las consecuencias de un conflicto que ya ha causado más de 2.000 víctimas y 650.000 desplazados”.