En una entrevista concedida a Servimedia, Álvarez fue preguntado por la fusión entre Bankia y CaixaBank, que se materializará mañana, viernes.

El dirigente de UGT manifestó “preocupación” por la reducción de personal y sus condiciones económicas, dado que “es evidente que excedente de personal todas las fusiones comportan”. Desde las entidades han trasladado que quieren que el ajuste de plantilla se pacte con los sindicatos y sean salidas voluntarias en su mayoría.

Álvarez también trasladó “preocupación por la concentración bancaria” que supone la suma de Bankia y CaixaBank para dar lugar a la primera entidad en España por volumen de activos. A su juicio, “esto está empezando a ser un problema” porque “la digitalización todavía no ha llegado” a toda la población y los conocimientos para usar la banca digital no se han extendido a todos, siendo “obligatorio” tener una cuenta corriente.

“Preocupación también por ver si se puede mantener el peso” del Estado en el grupo. En este sentido, confió en que se mantenga el “carácter público” y “se ampliara, no se recortara”. En cualquier caso, Álvarez reconoció que el sector bancario necesita un “proceso de fortalecimiento”.

El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital aprobó ayer, miércoles, la orden ministerial que autoriza la fusión, después de que el día anterior recibiera el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Con esta operación, el Estado, como accionista de Bankia, pasará a tener una participación del 16,1% en el capital de la nueva CaixaBank.