Así lo dijo en una rueda de prensa para exponer datos sobre las medidas que su departamento ha adoptado para hacer frente a la crisis de la Covid-19.

Escrivá señaló que los últimos datos de afiliación de marzo “están yendo algo mejor” después de un arranque de mes “flojo” y un febrero “flojo” también. Reconoció que no se están produciendo las contrataciones habituales por la Semana Santa en estos dos meses.

No obstante, consideró que, si el proceso de vacunación “tiene los efectos esperados, lo que vamos a ver es esa recuperación de empleo más fuerte en los próximos meses, después de Semana Santa”.

Indicó que ayer se contabilizaron 783.000 trabajadores en ERTE, con una media de mes de algo más de 800.000. Cabe recordar que febrero cerró con 899.383 personas suspendidas y una media mensual de 909.661. El ministro explicó que los ERTE se van reduciendo a medida que se recupera la movilidad.

Preguntado por el posible impacto de una cuarta ola de contagios, Escrivá incidió en que “podemos no tener cuarta ola si las cosas se hacen bien, pero tiene mucho que ver con los comportamientos individuales”. En esta línea, estimó que si los niveles de incidencia de los contagios se mantienen “con una cierta estabilización”, la probabilidad de que no se produzca la cuarta ola se reduce, a lo que se suma el avance de la vacunación.

Se mostró optimista al afirmar que “ya vemos el final del túnel” para la recuperación económica y que algunos sectores ya han recuperado la actividad previa a la crisis mientras otros tienen un nivel de empleo un 20% inferior.

En cuanto a los ERTE, que terminan su vigencia el 31 de mayo, y otra nueva prórroga, el ministro confió en que para entonces “estemos en una situación de cómo vamos desenganchándonos de las medidas de una forma gradual y progresiva, esto sería lo lógico en función del proceso de vacunación, pero lo valoraremos en mayo con los agentes sociales”.

Precisó que en el escenario central que maneja el Gobierno, “el énfasis va a estar de nuevo en los incentivos a la activación” de trabajadores. En el esquema actual hay exenciones de cotización para quienes salen de un ERTE. “Lo lógico es que a partir de mayo estemos más en fase de activación”, frente a la fase de “protección” actual, apuntó.

El secretario de Estado de Seguridad Social y Pensiones, Israel Arroyo, calculó que aproximadamente cerca de dos millones de trabajadores en ERTE se han reactivado con exoneración en sus cuotas.

El ministro agregó que, en el marco de un modelo estructural de ERTE que se diseñará, en la transición hacia la “normalidad absoluta” puede haber reestructuraciones en sectores que no recuperarán la demanda previa a la pandemia por los cambios en los patrones de consumo y en esos casos “el modelo de ERTE tiene que poner más énfasis en la formación”.

El coste total de los ERTE, más las prestaciones extraordinarias para los autónomos, las bajas por contagio o aislamiento y las prestaciones por desempleo asociadas a los ERTE, se acerca a los 40.000 millones de euros hasta mayo, alcanzando a ocho millones de personas.