Igualdad
El Gobierno prepara un museo virtual de milicianas de la Guerra Civil
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El Ministerio de Igualdad, en colaboración con el de Cultura, prepara un Museo virtual de Mujeres combatientes en la Guerra Civil española “como un ejercicio que rescata el papel de las mujeres en la memoria democrática de nuestro país”, según informó este martes la directora del Instituto de las Mujeres, Beatriz Gimeno, en su comparecencia en la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados.
Gimeno justificó la creación de este museo porque apenas hay información sobre las milicianas que combatieron en primera línea de fuego en la contienda española, que “fueron borradas de la historia”.
“El museo pretende recuperar la memoria de estas mujeres combatientes”, que fueron más de lo que se cree, y hay que acometer estar tarea antes de que desaparezcan los documentos que acreditan el papel que jugaron.
Gimeno dio cuenta de su gestión en el año que lleva al frente del Instituto de las Mujeres y la diputada de Unidas Podemos Sofía Fernández Castañón denunció que mientras ésta hablaba una diputada la llamó “hija de puta”, aunque se negó a dar su nombre.
“No voy a decir su nombre porque hay que frenar esta escalada de violencia política”, destacó. “Esto tiene que ser un punto de inflexión”, y puntualizó que “ser hija de puta no es un insulto porque es un término del peor patriarcado. Las ideas no se defienden con insultos”. Y luego puso como ejemplo de la violencia política que han sufrido la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a quien ayer mismo en sede parlamentaria un diputado del PP le dijo que "para que una mujer ascienda en su partido hace falta agarrarse a una coleta”.
Por su parte, la presidenta de la Comisión, Pilar Cancela, lamentó lo acontecido pero confesó que ella no había escuchado el insulto y, por lo tanto, no podía amonestar a nadie. “La discrepancia enriquece, pero no las descalificaciones”, aseveró.
“Avanzar en la igualdad de mujeres y hombres, en la garantía para las mujeres de poder disfrutar efectivamente de los mismos derechos y en hacer del cuidado de todas las vidas un principio orientador de nuestra organización social y económica, exige no sólo un cambio de valores culturales. Exige, sobre todo, políticas corresponsables que redistribuyan la riqueza, todos los trabajos y tiempos entre mujeres y hombres, hogares, instituciones y mercados. Exige también una apuesta decidida por posicionar a los organismos de igualdad en la posición simbólica y funcional que les permita orientar los cambios del conjunto institucional, exige dotarlos de recursos económicos suficientes para poder hacerlo y cómo no, hacer partícipe a las mujeres y al movimiento feminista de la deliberación y toma de decisiones públicas”, concluyó Gimeno.
(SERVIMEDIA)
23 Mar 2021
MAN/clc