Esta campaña, que comenzó después de Semana Santa y se lleva a cabo todos los lunes, pretende disuadir a los clientes para que no paguen con tarjetas. A cambio, reciben un descuento equivalente a la comisión que cobran los bancos a los comercios por el pago contarjetas o un regalo.

Copyme aprovechó también para denunciar la "farsa de negociaciones" que mantienen las entidades financieras con la Confederación Española de Comercio (CEC), con la mediación del Ministerio de Economía y Hacienda, para discutir una rebaja de estas comisiones.

A juicio de Copyme, el Parlamento debe regular el mercado de tarjetas, al igual que está regulando el cheque y las letras. Esta organización insiste en que la tarjeta de débito sustituye al papel moneda, por lo que no dee tener ningún coste.

Además, Copyme reclama que el mercado de los TPV (terminales por los que se pasan las tarjetas en los comercios) quede liberalizado, de manera que no se obligue a los comercios a un sólo banco.