Estos son algunos de los datos que se desprenden de un informe impulsado por CCOO sobre "El acoso sexual en el trabajo en España". La encuesta se realizó en la primavera de 2000 en todo el ámbito nacional y sobre una muestra de 1.000 personas trabajadoras mayores de 16 años, 600 mujeres y 400 hombres.

Antes de dar o conocer la prevalencia del acoso en España, Begoña Pernas, investigadora y coautora del informe, explicó los dos tipos de preguntas realizados ara medir la presencia del acoso.

En un primer lugar se preguntó a través de un listado de situaciones que objetivamente son consideradas como acoso. En función de los datos obtenidos el estudio considera que la cifra de prevalencia del acoso en España es de un 18% de mujeres y de un 8% de hombres.

La segunda forma utilizada fue la pregunta directa sobre si ha sufrido alguna vez acoso en el trabajo. En esta ocasión un 6,6% de las mujeres respondió afirmativamente, mientras que la cifra de respuesas afirmativas en varones resultó insuficiente para proyectarla al conjunto de trabajadores.

SEPARADAS Y DIVORCIADAS

La encuesta no ofrece un perfil de la trabajadora acosada. Tampoco observa diferencias entre las distintas zonas de España, tipos de empresas o rango profesional de la trabajadora. Sin embargo, el informe revela dos rasgos que tienen relación con la posibilidad de sufrir acoso sexual: el estado civil y el tipo de contrato.

Así, en el grupo de mujeres separadas o divorciadas la meia de acoso aumenta hasta el 40%. Asimismo, las mujeres más vulnerables desde el punto de vista de los derechos laborales son las que han sufrido algunas de las situaciones de acoso en un 27% de los casos.

El estudio también subraya que la situación de acoso más común es la invasión de la intimidad o del propio espacio de forma repetida, un hecho que reconocen sufrir el 56% de las mujeres acosadas. En un 12% de los casos lo que se dan son presiones para mantener relaciones sexuales; el chantaje sexualaparece en un 9% de los casos; los roces o tocamientos indeseados en un 19%, y el asalto o la agresión en un 2% de los casos, una cifra demasiado baja para considerarla extrapolable.

En cuanto a la entidad del acosador, el tópico de que sólo puede acosar un superior no es del todo cierto. En un 56% de los casos sí es un superior, pero también acosan los compañeros (36%) o bien clientes (7%).

Por último, el informe analiza las reacciones que provocan en la mujer el vivir una situación de acoso. Ensu mayoría son reacciones informales e individuales, es decir intentan evitar a la persona, cambiar de turno, enfrentarse o hacer que no pasa nada.

Asimismo, en un 25% de los casos cambian de empresa, en un 20% buscan el apoyo de los compañeros o de un superior, un 5% acuden al comité de empresa, a un sindicato o a una organización de mujeres y tan sólo un 3% inicia un procedimiento legal.