En la sentencia, hecha pública hoy, la Audiencia Nacional también condena a Aitor Aguirrebarrena Beldarraín y a Asier Arzalluz y les impone a cada uno de ellos un total de 31 años de cárcel por estragos terroristas y por detención ilegal.

Por otra parte, los magistrados han acordado remitir testimonio a la fiscalía de la conducta que José Ignacio Guridi Lasa mantuvo durante este juicio, por si fuera constitutiva de un delito de denegación de auxilio a la administración de justicia.

Durante el juicio, Guridi Lasa se negó a declarar como testigo, echándose al suelo, de rodillas y de espaldas al tribunal. Esto obligó a que los dos policías que le acompañaban le pusieran de pie y le colocaran frente a los magistrados, sujetándole por los brazos, mientras él no hacía ningún esfuerzo por mantenerse en pie durante el interrogatorio, al que no contestó.

Según consta en la sentencia, los magistrados consideran probado que Aitor Aguirrebarrena formaba parte del "comando Ttotto", junto con José Ignacio Guridi Lasa, alias "Xabi", ya condenado por esta causa, y Asier Arzalluz Goñi.

Siguiendo órdenes de "Txapote", a la sazón miembro de la dirección de la banda criminal, Guridi Lasa, junto con Aitor Aguirrebarrena y Asier Arzalluz, decidieron colocar un artefacto explosivo en la discoteca "Txitxarro".

Esta discoteca era propiedad de la familia de José María Korta, presidente de la patronal guipuzcoana Adegi, asesinado por la banda terrorista en Zumaia (Guipúzcoa) un mes antes de este atentado, el 8 de agosto de 2000.

Guridi Lasa no sólo facilitó a Aguirrebarrena y a Arzalluz información del local, sino los explosivos con los que poder fabricar las bombas.

Después de que Guridi Lasa y Asier Arzalluz se dirigieran a la citada discoteca para comprobar la rutina de los empleados del local y otros detalles, los miembros del comando decidieron llevar a cabo el atentado el 10 de septiembre de 2000.

ANDANDO Y CON PISTOLAS

El día del atentado y a primeras horas de la mañana, Guridi Lasa y Asier Arzalluz se dirigieron andando y con pistolas a la discoteca "Txitxarro", mientras Aguirrebarrena les esperaba en el interior de un coche.

En la discoteca amenazaron a los dos empleados -un hombre y una mujer- que allí se encontraban, a los que dijeron que eran de ETA. Les ataron las manos a la espalda con cinta americana y a ella, además, le pusieron unas gafas de sol con cinta negra.

Luego introdujeron al hombre en el maletero de su propio coche y a la mujer la sentaron en el asiento del copiloto. Después, Guridi Lasa y Asier Arzalluz colocaron cada uno una bomba en la discoteca, una en la primera planta y otra en el interior del hueco de la escalera, "lugares donde pensaron que el daño y la destrucción sería mayor".

Posteriormente, los miembros del "comando Ttotto" dejaron a los dos empleados de la limpieza en un pinar, atados cada uno de ellos a un árbol. Hasta el lugar les siguió, en otro vehículo, aitor Aguirrebarrena.

La deflagración de las bombas, que contenían unos 20 kilos de dinamita, dejaron el local de la discoteca totalmente destruido.

TERCERA CONDENA

Esta es la cuarta sentencia que se ha dictado en la Audiencia Nacional contra "Txapote" y la tercera condena que se le impone.

Las dos primeras sentencias se dictaron por sendos asesinatos, los del concejal del PP en Ermua Miguel Angel Blanco, en julio de 1997, y el del mismo partido en Rentería (Guipúzcoa) José Luis Caso, en diciembre de ese mismo año.

Por el asesinato de Miguel Angel Blanco fue condenado a 50 años de cárcel, mientras que fue absuelto del de Caso por falta de pruebas.

La tercera sentencia condenó a "Txapote" por el asesinato del abogado Fernando Múgica, perpetrado por ETA el 6 de febrero de 1996. Los magistrados le impusieron 82 años de prisión.