Libia. La ONU autoriza a España a traspasar al Consejo de Transición la totalidad de los fondos bloqueados a Gadafi
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El Comité de Sanciones de la Organización de las Naciones Unidas accedió hoy a la petición cursada por España para poner a disposición del Consejo Nacional de Transición libio la totalidad de los fondos pertenecientes al régimen de Muamar el Gadafi que se hallan bloqueados en este país.
Así lo reveló la ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, en su comparecencia a petición propia en la Comisión del ramo del Congreso de los Diputados para informar de las novedades en la situación del conflicto en Libia.
Según Jiménez, era crucial que los rebeldes libios accedieran a los fondos congelados a Gadafi, de los cuales, previa autorización del Comité de Sanciones, ya se han puesto 16 millones a su disposición para llevar a cabo acciones humanitarias.
Pero, pensando que era necesario más, el Gobierno recurrió con urgencia al citado Comité de Sanciones de la ONU para que autorizara el desbloqueo del resto de fondos, que sumarían otros 350 millones. Esta mañana, informó, este organismo de Naciones Unidas dio su respuesta afirmativa.
En su comparecencia, Jiménez admitió que las fuerzas de Gadafi "aún no están totalmente derrotadas", pero puntualizó que el paso a un proceso de transición está "cada vez más cerca" y que ello demuestra "el acierto" de quienes decidieron apostar por la libertad desde el primer momento, como España, puntualizó, porque con la intervención se ha evitado el estancamiento del conflicto y se ha desgastado progresivamente al régimen.
La ministra recordó que en la última cumbre de París han participado 60 delegaciones, incluidas las de países como Rusia, China, Brasil, India y otros que hasta ahora habían mostrado reservas a la intervención.
Seguidamente, defendió la actitud de España hacia el Consejo Nacional de Transición, al que fue el tercer estado en reconocer y a quien ha legitimado reponiendo al embajador Riera en Trípoli. Según dijo, sus "mensajes muy positivos" de reconciliación, renuncia a la venganza, invitación al proceso a todas las tribus y sectores, incluido el de Gadafi, y rápida convocatoria de elecciones, han creado muy buena impresión y 80 países lo reconocen ya como Gobierno legítimo.
En el momento actual, Jiménez cree necesario un cambio de enfoque que requiere "cuanto antes" de una nueva resolución de Naciones Unidas que, siempre previa petición libia, perfilará el nuevo papel de la OTAN. A este respecto, afirmó que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, está dispuesto a ordenar una nueva misión de tres meses para la reconstrucción y la instauración del órden, el edificio legal y los servicios públicos.
Por parte de España, barajó la posibilidad de que se convierta en objetivo prioritario de la cooperación exterior; hasta ahora, era el único país de la ribera sur del Mediterráneo que no tenía esa condición por su mejor nivel de renta.
GRUPOS PARLAMENTARIOS
De los portavoces de los distintos grupos, el más crítico con diferencia fue el de ERC-IU-ICV, Gaspar Llamazares, quien afirmó que a la política exterior del Gobierno "no la conoce ni la madre que la parió" porque ha pasado de la diplomacia de los valores y los derechos a la de la fuerza y los intereses, de la Alianza de Civilizaciones a la Alianza Atlántica.
A su juicio, "el fin no justifica los medios" y la victoria esconde "mucho dolor" porque no se ha protegido a la población civil (barajó la cifra de 20.000 muertos), se han efectuado bombardeos e intervenciones que no estaban autorizadas por las resoluciones de la ONU y, para colmo, se ha apuntalado la posición de Irán como potencia regional.
Desde el PP, Gustavo de Arístegui admitió que Irán podría aprovechar algunos movimientos democráticos en los países musulmanes, pero aun así considera que la caída de Gadafi es "una buena noticia", por más que los europeos no deban ser "irresponsablemente optimistas". En este sentido, señaló como problemas la gran abundancia de armas en Libia.
El portavoz de CiU, Jordi Xuclá, también contradijo a Llamazares al recordarle que, de las 20.000 supuestas víctimas mortales, 11.000 ya se habían producido antes de la intervención. Igualmente, dijo no sentirse "impresionado" por la amenaza de Irán.
Por el contrario, alertó contra el "discurso romántico y omnicomprensivo" como acercamiento a los movimientos árabes y los paralelismos con la Europa del este, augurando que este proceso será "lento" y "complejo". También echó en cara a Jiménez que no haya protegido los acuerdos que tenían empresas españolas con agentes privados durante el Gobierno de Gadafi.
Por último, desde el PSOE, Elena Valenciano subrayó que estos procesos han puesto en solfa la supuesta "excepción árabe" que hacía a estos países incompatibles con la democracia y recordó a Llamazares (como luego hizo la propia Jiménez en su turno de réplica, rechazando la "superioridad moral" del portavoz de IU) que cuando se decide la intervención internacional Gadafi estaba "masacrando" a su población civil.
La portavoz socialista concluyó que hay riesgos pero también una ventana a la oportunidad de que un éxito en Libia estimule procesos análogos en otros países y un escenario en el norte de África muy distinto al que conocemos. "Si para alquien es importante hacer que el mundo árabe transite hacia un proceso democrático", valoró, "es para España".
(SERVIMEDIA)
14 Sep 2011
KRT/krt/jrv