Según informó la Policía, los hechos tuvieron lugar cuando se detuvo en un control policial a un coche con cuatro personas, que portaban objetos que parecían proceder de un robo. Cuando los agentes procedían al registro del vehículo, uno de los sospechosos se llevó la mano a la boca y dio muestras de haberse tragado algo.

Este hecho y el hallazgo de una cadena sin ningún tipo de colgante llevaron a la Policía a trasladar a los detenidos a un centro médico para hacerles radiografías. A uno de ellos se le encontró el diamante, tras lo cual el arrestado reconoció que se lo había tragado.

El robo de la piedra preciosa se produjo en un restaurante de la zona marbellí de Nueva Andalucía. Dos ciudadanas británicas llegaron al local y una de ellas dejó su bolso de mano en el suelo, colocado entre su silla y la mesa que ocupaban. Seguidamente, dos hombres bien vestidos entraron en el local, acomodándose uno en la barra del bar y el otro en una mesa detrás de ellas. En un momento dado notaron que ambos habían abandonado el establecimiento y que su bolso había desaparecido.

Horas más tarde, en un control policial, agentes que realizaban labores de prevención y protección de la seguridad ciudadana dieron el alto a un vehículo ocupado por cuatro individuos. Una vez identificados se comprobó que todos ellos contaban con antecedentes policiales por distintos delitos, la mayoría por hurtos y robos.

En el interior del automóvil los policías hallaron un bolso así como varios objetos: cadenas de oro, pendientes, dinero en efectivo y un teléfono móvil, ocultos en distintos lugares del coche. Esto levantó las sospechas sobre los detenidos, que acabaron confesando su robo.