Zapatero y García-Escudero protagonizaron un careo de guante blanco, repleto de reconocimientos y algunos elogios en ambas direcciones, puesto que se trata de la última vez que el presidente del Gobierno acude en esta legislatura al Senado.

García-Escudero hizo repaso de la aportación de Zapatero al funcionamiento de la Cámara Alta y no tuvo reparos en reconocer el "acierto" que tuvo hace casi ocho años al anunciar que acudiría una vez al mes al Senado para responder las preguntas de la oposición.

El portavoz del PP aprovechó la reciente reforma de la Constitución para hacer una invitación a Zapatero a que los dos grandes partidos políticos se pongan de acuerdo la próxima legislatura con el fin de modificar el funcionamiento y las tareas del Senado.

Zapatero recogió el guante con gusto y expresó el deseo de que "se pueda" llevar a cabo "la próxima legislatura", si bien advirtió de que "no es fácil".

El presidente del Gobierno explicó que es complejo encontrar una labor diferente para el Senado por el sistema de designación de los senadores y por la relación predominante entre las comunidades autónomas y el Estado, que siempre suele realizarse a través del Ejecutivo.