Así se desprende de un informe del Consejo de Seguridad Nuclear, recogido por Servimedia, en el que también se añade que este residuo se produjo con una actividad estimada de 19.138,74 GBq acondicionados en bidones y en contenedores tipo CMT.

Precisamente, un horno de fusión de metales de baja y muy baja intensidad del Centro de Tratamiento y Acondicionamiento de Residuos de Baja Actividad (Centraco), en la localidad de Gard (sureste de Francia), vivió este lunes una explosión en la que murió un trabajador y varios resultaron heridos.

El año pasado, Enresa retiró en España un total de 3.167 bultos de residuos radiactivos acondicionados por las centrales nucleares, que fueron trasladados hasta el centro de almacenamiento de residuos de El Cabril (Córdoba).

La central de Cofrentes, con 936 bidones, es la que más residuos generó seguida de Santa María de Garoña, (549), Ascó I y II (527), Almaraz I y II (416), Valdellós II (252) y Trillo (181).

Los residuos de baja y media actividad son materiales contaminados con isótopos radiactivos que en menos de 30 años reducirán su radiactividad a la mitad. Según Enresa, pueden ser herramientas, ropa de trabajo, instrumental médico y otros materiales utilizados en algunas industrias, hospitales, laboratorios de investigación y centrales nucleares.

Dentro del grupo de residuos de baja y media actividad se incluyen los residuos radiactivos de muy baja actividad que, por su bajo contenido radiactivo, precisan de menores requisitos para su gestión.