En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, Blanco no quiso valorar la propuesta del candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, de recuperar el impuesto para grandes patrimonios y gravar también los beneficios de las entidades financieras.

Precisó, no obstante, que “la creación de un nuevo impuesto” no es posible antes del final de la legislatura porque requiere una ley específica que no daría tiempo de tramitar, pero sí se podría “reactivar” uno ya creado aunque no esté activo, como es el de Patrimonio.

En ese sentido, se declaró abiertamente “partidario de que se cree un impuesto sobre la riqueza” porque cree que los que más tienen, “los más ricos, deben hacer una contribución especial, especialmente en este momento de dificultad”.

Sin embargo, no desveló que vaya a plentearlo al Consejo de Ministros, y precisó que el Gobierno “no ha examinado” ninguna propuesta concreta y no puede asegurar que vaya a hacerlo en la reunión del próximo viernes.

Al hacer esa reflexión, y aprovechando que hoy “estoy despejado, no como el otro día” cuando las imágenes le sacaron dormitando durante la rueda de prensa de la cumbre bilateral en Turquía, recordó que en 2007, el último ejercicio en el que se recaudó por Patrimonio, el 25% de los contribuyentes afectados pagaba el 75% del total, y el resto correspondía a la clase media.

La voluntad del Gobierno es, en todo caso, aseguró Blanco, “que los ricos paguen más”, pero no “perjudicar a las clases medias”. La decisión se tomará, si se toma, cuando el Ejecutivo lo considere oportuno, no “cuando algunos crean” que debe hacerlo.