Así lo indicó durante su participación en el XXV Encuentro de las Telecomunicaciones, en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander.

Lorenzo expuso un listado de 10 puntos a estudiar, en los que se abarcan tanto aspectos de mercado como institucionales, lo que hará que para el organismo sea un “año crucial”.

El plan, que aún debe aprobar el Consejo de la CMT, se realizará con la “máxima transparencia y la participación de todos los agentes del sector”, agregó.

El primero de los aspectos que recoge este decálogo de revisiones, es si se segmenta geográficamente el mercado español y se crean determinados espacios subnacionales con obligaciones regulatorias determinadas.

Se abordará también la regulación de los precios de terminación (lo que se cobran las operadoras entre sí) tanto en telefonía fija como móvil. Supondría, de cambiar la normativa actual, acabar con la asimetría de algunos precios de terminación.

Por otra parte, se estudiarán las redes mayoristas en relación con las inversiones de las empresas para el despliegue de las redes 4G.

En este sentido, Lorenzo indicó que son necesarios entre 14.500 y 21.500 millones de euros de inversión para cumplir el objetivo de que este servicio llegue al 50% de la población española en 2020.

Además, se analizará si se abre la puerta a un mercado de grandes clientes (empresas y administraciones públicas) y se abordará la regulación de los operadores móviles virtuales.

Sobre este tema, el responsable de la Comisión explicó que la legislación es de 2006 y “hay que ver si las condiciones de mercado han cambiado de forma sustantiva”, para decidir sobre el mantenimiento, modificación o supresión del servicio mayorista de originación.

Otro de los aspectos que se estudiarán será la regulación de la cuota de abono de Telefónica, congelada desde 2009. Ello podría suponer que la compañía pueda fijar libremente esta cuota o que siga bajo regulación. El límite de los 30 megas en banda ancha fija también se estudiará.

Hasta aquí, los siete primeros puntos, relacionados con la regulación, a los que hay que sumar otros tres sobre aspectos institucionales. De esta manera, el octavo reto de la CMT pasa por si se amplía el horizonte de relaciones y actuación del organismo con los agentes que componen el mercado de demanda, es decir, con los consumidores.

El noveno aspecto, es estudiar la metodología para determinar el coste del servicio universal, y el décimo es la puesta en práctica del derecho del usuario de cambiar de operador manteniendo el número en el plazo de un día laborable.

PRECIOS

El presidente de la CMT hizo un balance de la evolución del sector entre 2002 y 2010, y destacó, por ejemplo, que en los últimos ocho años los precios han registrado una caída “generalizada”, con contribuciones negativas del componente comunicaciones al IPC.

En concreto, el precio ha bajado un 40% en el caso de la telefonía fija y del 46% en la móvil.

En el caso de la banda ancha, los precios también han bajado, aunque “las mejoras para los usuarios se han traducido en velocidad”.

Por otra parte, en rasgos generales el sector ha crecido y ha ganado competitividad, aunque Lorenzo recordó que “no todo son buenas noticias”.

De esta manera, comentó que la inversión ha bajado “de forma significativa” y el empleo se ha visto reducido de 94.000 a 78.000 personas en 2010.

“Se han alcanzado logros sustanciales, pero es un sector que nos somete a pruebas constantemente, por lo que debemos intensificar muchos esfuerzo para al menos mantener la situación actual”, agregó.