Esta agencia de la ONU señaló que, a pesar de la lenta mejora de la situación en Trípoli, donde hay un acceso limitado a alimentos, agua potable y combustible, la seguridad "sigue siendo potencialmente volátil".

La OIM subrayó que las personas migrantes que contactan con esta institución afirman que tienen miedo a dejar sus hogares por temor a ser detenidos o asesinados y que incluso los extranjeros con papeles tienen miedo de salir a buscar comida y agua porque otros lo han hecho y no han vuelto a casa.

Aunque no existen cifras confiables sobre la población inmigrante existente en Trípoli, la OIM recalcó que "está claro" que hay un alto número de migrantes muy vulnerables en la ciudad.

La Organización Internacional para las Migraciones indicó que problemas de seguridad dificultan su acceso a los emigrantes subsaharianos y que muchos extranjeros piden ayuda a la OIM para salir de Libia, pero otros no, como un grupo de 800 subsaharianos que se encuentran en un puerto de pesca y que se encuentran muy asustados para volver a sus países de origen o bien carecen de posibilidades de ganarse la vida en sus tierras.

Por otro lado, la OIM recalcó que el aumento en el precio de los alimentos y el acceso limitado o nulo para comprar víveres provocan que cada vez se incremente más el número de inmigrantes en necesidad de asistencia humanitaria.

"El acceso a alimentos es importante para los inmigrantes en Trípoli. El primer grupo de inmigrantes evacuados de la OIM en Trípoli la semana pasada estaba muy hambriento. Como resultado, hemos incrementado nuestro suministro de alimentos en evacuaciones posteriores", dijo el director regional de la OIM para el Medio Oriente y África del Norte, Pasquale Lupoli.

La OIM ha logrado hasta ahora evacuar a unos 1.600 inmigrantes libios y desplazados por mar desde que los rebeldes llegaran a Trípoli.