Así lo dijo durante su comparecencia en el Senado para hablar de las medidas implantadas para hacer frente al Covid-19, de la gestión del Ingreso Mínimo Vital y de la política migratoria.

Escrivá indicó que el déficit previo a la pandemia era de unos 17.500 millones de euros y después de la transferencia permanente de 14.000 millones para financiar “gastos impropios”, “no llega a 4.000 millones” el montante de déficit que queda y que se abordará en lo que resta de legislatura.

El ministro destacó que esto responde a una de las recomendaciones del Pacto de Toledo que insta a continuar con la separación de fuentes de financiación, de manera que los gastos que no se deriven del sistema contributivo sean financiados por el Estado.

Según el calendario de reformas en el ámbito de las pensiones que proyecta el ministerio de Escrivá, las próximas medidas que se van a aprobar son la fórmula en base al IPC con la que se revalorizarán las pensiones anualmente y la “alineación” de la edad efectiva con la edad legal de jubilación. Está previsto que ambas medidas se aprueben en la segunda mitad de este año.

El ministro afirmó que la nueva fórmula para actualizar las pensiones llegará al parlamento “de forma inminente” y sustituirá a la de la reforma de pensiones de 2013, que en el medio plazo “supone una pérdida de poder adquisitivo de hasta el 30%”.

Después, ya en 2022, le seguirá el nuevo sistema de cotización de los autónomos por ingresos reales, el fondo público de pensiones, y, por último, las nuevas carreras laborales, en lo que se podría encajar un aumento del periodo de cómputo para calcular la pensión, la “equidad intergeneracional” y la fijación de la base máxima de cotización.