Junto al lehendakari, Patxi López, el candidato participó en Bilbao en un acto con cargos públicos socialistas, con una primera exposición abierta a los medios de comunicación y después a puerta cerrada.

López actuó de introductor y señaló al exministro como principar artífice de la actual situación de ausencia de violencia.

La calma que se vive en las calles del País Vasco, aseguró, no se debe a una "concesión graciosa" de la izquierda abertzale sino a la gestión de Pérez Rubalcaba y a una sociedad "que se ha puesto en pie y ha decidido no ceder ni un milímetro".

Después, al tomar la palabra, el candidato explicó que su traslado del aeropuerto al acto había sido igual que si estuviera "en Cádiz, en Cantabria o en Badajoz, completamente normal, cosa que no hace mucho no era así".

En ese traslado le acompañaron los "habituales" integrantes de su dispositivo de seguridad, pero no "ese plus" que se sumaba en las visitas al País Vasco.

"Hay que ver lo rápido que uno se acostumbra a la paz, a la normalidad", comentó, antes de elogiar la actitud "constructiva" de los socialistas vascos, antes en la oposición y ahora gestionando desde la Lehendakaritza.