Esta es la impresión de fuentes del Ejecutivo que confirman, aunque con la salvaguarda de que es el presidente, Pedro Sánchez, quién tiene que tomar la decisión, que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, continuará al frente de esta cartera aunque asumirá una Vicepresidencia.

Precisamente, con la marcha de Iglesias será Díaz quien despache con Sánchez, en nombre de UP, independiente de la Vicepresidencia que ocupe, siendo así la nueva interlocutora de esta parte de la coalición con el presidente.

Para cumplir con lo que pedía Iglesias en su marcha, Sánchez asumió su capacidad de decisión en la estructura y, según dichas fuentes, planteó la opción aceptada “sin resistencia” por todas las partes de que la actual vicepresidenta tercera y ministra económica, Nadia Calviño, sea la vicepresidenta segunda y siga como coordinadora de la política económica, y que la titular de Trabajo sea la vicepresidenta tercera.

En el lado de Unidas Podemos subrayan el gesto de “generosidad” de rebajar a tercera la Vicepresidencia de Díaz, pese a que el propio Sánchez admitió públicamente que les tocaba la segunda, para evitar que asumiera ese cargo ya con suspicacias debido a las “presiones” por parte de Calviño.

Este clima de entendimiento es el que esperan en Moncloa que sea la tónica general en esta nueva etapa, y que haya más tranquilidad en la relación con sus socios, sobre todo teniendo en cuenta que el de Díaz es un perfil diferente al de Iglesias, más gestora y menos activista, destacan.

En estos cambios derivados por la salida de Iglesias del Ejecutivo para optar a la Presidencia de la Comunidad de Madrid también aseguran que la actual secretaria de Estado, Ione Belarra, asumirá el Ministerio de Derechos Sociales que deja el líder de Unidas Podemos.

"HOMBRE DE PALABRA"

Sostienen que Sánchez es un hombre de palabra y ha mantenido el acuerdo con la coalición de que Unidas Podemos tendría una de las vicepresidencias del Ejecutivo, pero para cumplir con todas las pretensiones -puesto que no querían dejar la cartera de Trabajo-, el presidente empleó su potestad para cambiar la estructura por la “funcionalidad del Gobierno”, movimiento “normal y razonable” y que garantiza la “continuidad” de la hoja de ruta del Ejecutivo.

En la parte socialista del Ejecutivo remarcan que “las formas” en política son tan importantes como el fondo y, que el gesto de Iglesias de determinar las personas que debían sucederle tras su marcha es invadir una “potestad” que tiene el presidente y más en coalición.

No obstante, fuentes del Ejecutivo restan importancia a esta circunstancia porque Unidas Podemos, como parte de la coalición, tiene el derecho a proponer a la personas que considere “oportunas”. De ahí que la continuidad de Díaz al frente de Trabajo estuviera asegurada.

Estos cambios en el Ejecutivo, indican fuentes socialistas, se han realizado de manera tranquila porque derivan de una “situación provocada” no por ninguno de los dos partidos de Gobierno sino por el Partido Popular convocando las elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid, y aseguran que el trabajo con UP continuará con los objetivos “claros” fijados en el acuerdo de coalición.

Precisamente, desde la parte socialista aseguran que están cumpliendo con los objetivos del acuerdo, mientras en UP remarcan que van a seguir peleando para que se cumplan, incluida la regulación de los alquileres o la llamada 'Ley Trans', que Iglesias espera encauzar antes de dejar el Ejecutivo.

El líder de UP tiene prevista su salida del Gobierno lo más cerca posible de la campaña electoral, que comenzará el 18 de abril, y en los próximos días despejará qué hará con su acta como diputado por Madrid que tiene en el Congreso de los Diputados y que podría mantener hasta que, tras las elecciones, decida si coge el acta en la Asamblea de Madrid.