Hasta el 31 de julio, el fuego había quemado 90.435 hectáreas, casi 4.000 menos que en el mismo periodo del año pasado, si bien este año se han registrado 3.500 incendios más que el pasado, lo que sitúa al actual ejercicio y al anterior como los peores de la última década en lo que a incendios se refiere,

A las 90.435 hectáreas que se han quemado entre el 1 de enero y el 31 de julio de este año hay que añadir las que se hancalcinado en la última semana y en los incendios que siguen activos, algunos de los cuales están ocasionando importantes daños.

Uno de estos siniestros es el que se declaró el miércoles en la zona leonesa de Pombriego, que permanece activo y ya ha quemado alrededor de 1.400 hectáreas. Otros incendios declarados esta semana, como el de Monte Ezcaba, en Navarra, y el de los Montes de Toledo han situado la superficie total afectada en unas 95.000 hectáreas.

Más de un tercio de esa superficie, 37.688 hectáreas, corresponde a zonas arboladas; 48.916 a matorral y monte abierto y 3.830 a pastos y dehesas.

Los daños ocasionados por estos siniestros hasta la fecha son consecuencia de los 11.597 conatos (fuegos que han arrasado menos de 1 hectárea) y los 6.091 incendios declarados. De ellos, 17 han quemado una superficie superior a las 500 hectáreas, siendo que el que arrasó el pasado mes de julio 14.000 hectáreas en Guadalajara el mayor de los registrados este año.