Así lo precisó en declaraciones a Servimedia la vicepresidenta de la organización, Manuela García, quien, a pesar de la “importante alarma social” que, a su juicio, se ha creado, defendió que estos casos muestran que, ante la presencia de “algún signo o síntoma, realmente se estudia y se mira”.

“Se está mirando con lupa todo lo que pueda haber de patologías o de circunstancias que estén alrededor del proceso vacunal y, en principio, no está demostrado nada”. “No está demostrado que haya una relación directa entre la vacuna y la aparición de trombosis”, sentenció, si bien admitió que es algo que “hay que determinar”.

A este respecto, atribuyó la aparición de este tipo de casos a una “situación de hipervigilancia” debido a la cual resulta “fácil que aparezcan estos elementos”, por lo que instó a “estar contentos por la capacidad de vigilancia que tiene el método científico”.

En caso de que se confirme esa relación y, “dependiendo de la incidencia”, García urgió a “valorar muy mucho el efecto secundario que se pueda producir con los beneficios que pueda otorgar la vacuna”. “Probablemente, la situación no estaría en decir que hay que eliminar la vacuna o no ponerla, sino en sopesar qué es lo que pesa más”, abundó.

FACTORES DE RIESGO

“Si realmente parece que es muy beneficiosa, habría que analizar el beneficio que estamos obteniendo y ver qué características tiene el grupo de personas más susceptible a la aparición de esta patología para eliminarlo o ponerle otro tipo de vacuna”, aconsejó.

En este sentido, además de “demostrar si realmente está provocada por la vacuna o tiene una relación directa con ella”, recomendó “ver qué posibles factores de riesgo tienen esas personas”. “Estudiar qué puede ocurrir en esas personas que no ocurra en las otras para que se de en ellas y delimitar un grupo de riesgo”, añadió, para volver a llamar a la “tranquilidad”.

Tras puntualizar que el número de casos detectados en proporción con el número de dosis inoculadas hasta el momento “es muy pequeño y minoritario”, explicó que la trombosis de senos venosos es “relativamente poco frecuente, aunque no es una patología banal” y que, con un tratamiento y diagnóstico precoz, “prácticamente, casi el 80% se recupera sin ningún tipo de secuelas”.

RETRASO EN LA VACUNACIÓN

Preguntada por las posibles implicaciones de la paralización temporal de la vacunación en el desarrollo del proceso de inmunización, se mostró convencida de que puede suponer un “retraso importante”, al tiempo que emplazó a “acelerar lo más posible” la protección de las personas mayores de 60 años, franja en la que, recordó, “se ha visto que es donde existe un mayor número de mortalidad e ingresos hospitalarios por Covid”.

García insistió en que la población está “segura” y que aún “quedan muchas cosas por demostrar”. “Estos casos son un signo de que estamos vigilantes y de que el método científico funciona y que se mira y se vigila todo”, resolvió.