En una nota de prensa, Lissavetzky lamentó que este proyecto "llegue con tanto retraso" y, sin embargo, "el Gobierno de Gallardón haya decidido aprobar la modificación puntual del Plan General que lo hace viable precisamente a finales de julio, de manera que los vecinos o entidades que quieran presentar alegaciones tengan que hacerlo durante el mes de agosto".

Los socialistas, por su parte, adoptarán las iniciativas oportunas respecto a este plan en la Comisión de Urbanismo o en el Pleno del Ayuntamiento, en cuanto se reanude la actividad municipal en septiembre.

El PSOE ha solicitado el plan definitivo que tiene el Consistorio para esta zona, ya que su rediseño "se ha visto salpicado de continuos cambios e improvisaciones sobre el proyecto inicial".

"De hecho" subrayó Lissavetzky, "se ha pasado de una financiación enteramente pública a una financiación privada y se han introducido numerosas alteraciones sobre el planteamiento público que resultó ganador del concurso de ideas convocado al efecto".

Según los socialistas, estos cambios han afectado tanto a las dimensiones del polideportivo como del mercado municipal, que han visto reducidas sus superficies de manera sustancial tanto como han aumentado las áreas destinadas a otros usos comerciales y plazas de aparcamiento.

"Se va a instalar un nuevo centro comercial de gestión enteramente privada en pleno centro de Madrid", advirtió el portavoz socialista, quien insistió en que "de lo que se trataba era de hacer un nuevo mercado y un polideportivo adecuado a las demandas de un distrito que tiene cerca de 150.000 habitantes y una gran carencia de infraestructuras deportivas".