La detención se ha llevado a cabo después de que en los últimos meses los efectivos tuvieran constancia de la existencia de una banda “muy bien organizada y jerarquizada” que tuvo en jaque a la Guardia Civil en los últimos meses hasta que dieron con su paradero. Los cacos estudiaban sus objetivos y sus robos e intentaban no cometer ningún error en sus trabajos.

Además de las seis personas que en estos momentos están en prisión, hay otras dos personas que están relacionadas con los hechos y serán imputadas. Los delitos imputados son robo contra el patrimonio y la pertenencia a asociación ilícita, así como delitos de materia medioambiental.

Los responsables de la Guardia Civil manifestaron en rueda de prensa que la detención de los seis integrantes de la banda fue una labor complicada, ya que los cacos actuaban en lugares muy distintos y diferenciados. En este sentido, recordaron que los delitos contra el patrimonio son más difíciles de determinar y detectar, motivo por el que actuaron muchas patrullas de la Comunidad.

La banda tenía unas labores muy determinadas y sus integrantes rotaban en los diferentes cargos y robos. Asimismo, contaba con dos integrantes más que con determinados vehículos, también incautados, llevaban a cabo sus acciones.